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Dos semanas y debía irme a Daegu, donde vivía la abuela.

Ji Sung no había ido a la escuela, me tenía preocupada, especialmente porque no había podido darle una explicación a lo sucedido, y eso, simplemente eso, me abrumaba de sobre manera.

Había pensado en preguntarle a Chen Le pero el tampoco había asistido a la escuela.

Dicen que nos damos cuenta de la importancia de algunas cosas luego de perderlas, pero yo ya me había dado cuenta desde hace mucho lo importante que era Park Ji Sung.

No sabía describirlo, él era la persona que sacaba cosas buenas y malas, persona que estuvo allí para mí como yo para él.

Recuerdo cuando me obligaba a practicar papeles de actuaciones con él.O como me preguntaba siempre; "____, ¿estoy tomando bien la leche?¿crees qué saldrá bien el comercial?"

Esos recuerdos de infancia y pre adolescencia que tenía con él divagaban por mi cabeza, tal vez de manera penosa, pero sin lugar a duda solo me lograban robar pequeñas sonrisas.

Hoy mamá llegaría más tarde de lo normal y allí estaba yo, una chica de 15 años resignándose a hacer alguna actividad, que lo único que hacía era mirar aquella fotografía con su mejor amigo con el anhelo de volver a verlo.

Y es que últimamente no hacía nada novedoso; escuela, helado y casa, escuela, helado y casa.Así sucesivamente todos los días.

Vaya que extrañaba tu compañía, demasiado lo hacía.

Algo me dijo que no debía de quedarme en casa hoy, aparte de que el clima era agradable como para salir.Eso hice, tomé cualquier chaleco que sacara del armario, tampoco era algo del porqué preocuparse.Al fin y al cabo, mi tonta cabeza solo se preocupaba por ti.

De algo que me dí cuenta al caminar a la puerta y cambiarme de zapatos era de qué nada, absolutamente nada, combinaba, ¿azul, amarillo y rojo? si que no tenía gusto de la moda.

Acomode un poco mi cabello y abrí la puerta, salí a paso tranquilo y se me hizo agradable el aire que chocó contra mi rostro y movió mis cabellos.Hace mucho que no salía y me dí cuenta del tiempo que estaba perdiendo en la ciudad de Seúl.

Mientras divagaba y me dirigía a la pequeña (no tanto) plaza cerca de casa pensé en todo lo que dejaba atrás al irme a Daegu. Perdía algunas viejas amistades, una buena heladería, buenos recuerdos y sobre todo a ti.

Cuando llegué a la plaza me sorprendió ver un pequeño escenario montado, carteles alegres y unas chicas frente a este.

Un grito bastó para darme cuenta de qué se trataba.

¿Entonces estás eran las presentaciones que solías tener? ¿Por qué siempre hablabas de lo grandes que eran y no que eran cerca de casa?

Si lo hubieras dicho de un principio hubiera podido verte más que una sola vez, en donde me sentía abrumada por tanta chica gritando en mi oído, aunque aún así dedicaste una sonrisa y un corazón para mí.

Si bien, odiaba un poco las aglomeraciones  de gente, me acerqué.Y ahí estabas tú, cabello azul, ropita de marinero y auténticos y dulces pasos de bailes.

Ji Sung, ¿sabías que hacías todo más difícil? ¿sabias que mi cabeza decía que lo mejor era ir con la abuela pero que mi corazón decía lo contrario? ¿o qué...ni siquiera yo sabía que pensaba mi cabeza y mi corazón, porqué esos dos malditos no se ponían de acuerdo?

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No me  gusta como va estooo

estoy odiando mi manera de escribir...

ayudaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa



You Are An Idol [Jisung y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora