• Harina •

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Mientras recojo los vasos sucios de la mesa tres, la imagen de un Vincent sonriente me viene a la cabeza. No tengo idea de donde saqué el valor para darle ese beso, pero estoy feliz de haberlo hecho. Verlo sonreír hace que las mariposas en mi estomago despeguen en un vuelo alocado. Desde que somos pequeños él provoca eso en mí. Obviamente, a los ocho años uno no sabe que significa, pero ahora lo sé perfectamente.

Estoy enamorada de... ¿Scott?

"¿Qué rayos haces?" de repente estoy muy nerviosa.

"Tranquila, tigre. Solo quiero ver." Responde.

Scott está adentrándose en el lugar de cocina de Tití Claire, que le advertí, estaba completamente prohibido. Ella ha salido un momento con Raundi para buscar los alimentos de los que nos estábamos quedando cortos. Yo pude haber ido en vez de Tití Claire, pero ella dice 'Yo soy una vieja pasa andante con sabiduría en la comida. Solo yo puedo seleccionar la mejor calidad para Clare's Cave.' Y por ahí sigue su discuro de como ninguno de los demás en el café puede ser mejor comprando una libra de queso, pero allá ella si quiere dejar a un niño pequeño solo en su cocina.

¡Seguro que era solo ver!

El maldito está a punto de tocar los guantes especiales de Tití Claire.

¡Nadie toca esos guantes!

"Scott, no lo hagas o te asesinaré." lo amenazo desde donde me encuentro parada, pero poco a poco me voy acercanto a él.

"Solo quiero probármelos. ¿Tendrán una especie de químico para hacer su manos tan fuertes?" tiene su dedo índice a punto de tocarlos. "Por qué estoy seguro de que esa viejita puede arrancarme una oreja si quisiera." ríe.

"No. Los. Toques." me acerco y entro a la cocina en donde la mayoría de los clientes no nos pueden ver. Ya mismo estoy lo suficientemente cerca como para estrangularlo.

"¿Y si lo hago qué?" baja su dedo índice un poco más.

"No." ya estoy cerca...

"Sí." Baja su dedo aún más y ya solo faltan centímetros para que cometa el peor error de su vida.

Los toca.

"Te lo advertí."

Siento como se esparce la adrenalina por todo mi cuerpo. Debió hacerme caso cuando estaba de buenas. Agarro su dedo y lo doblo hacia arriba. Escucho como se queja de dolor.

Música para mis oídos.

"Te dije que no los tocaras. ¿Por qué siempre te quieres salir con la tuya?" aprieto mi agarre en su dejo y lo doblo aún más. Un sonido de dolor sale de su cuerpo. Raro.

"¡Son solo unos guantes!" reclama y lo asesino con la mirada.

No son solo los guantes. Esto es por todas las cosas que ha hecho sin mi consentimiento. Por las veces que me llevó la contraria, las veces que me cucó, por arrebatarme momentos con el amor de mi vida, los comentarios estúpidos que son parte de su existencia. Por tener esos ojos hipnotizantes que hacen que no pueda pensar claramente, por su estúpido olor a chocolate que lo acompaña siempre, por el hecho de que sea demasiado bueno es su trabajo y-

Me adentré en mis pensamientos y solté mi agarre un poco. Dándole oportunidad a Scott de safarse de mí. Cogió mi mueca derecha y la alzó con tanta fuerza que casi me levanta del piso.

"Casi me tienes, pero soy más ágil." Me dice mientras agarra mi otra muñeca y la une a la otra que está en los aires, luego me guiña un ojo. Intento darle con mi rodilla en su entre pierna, pero me esquiva. Su movimiento hace que pierda el equilibrio y le entregue todo mi peso a él. Tratando de usar mí mala suerte a mi favor, mientras estaba cayendo a él, decidí morder lo primero que encontrara, una tetilla. Scott gritó de dolor y soltó mi manos. Mala idea. Le agarré el brazo y lo doblé hasta que quedara en su espalda.

Novio Para RentarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora