• Eres Un Genio •

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El encuentro con Don Poppy había puesto mi cabeza a maquinear. Hablar de historias que contar, me devolvía al consiente el hecho de que,  todavía no tenía ni una idea de lo que escribiré para la clase de dramaturgia y tengo solo tres días para hacerlo. Ya he redactado algunas historias cortas, pero estamos hablando de que una escritora profesional va a revisar mi escrito. Voy a entregarle algo digno de su tiempo.

Volví a los camerinos en donde encontré a Sam entayándole un vestido a Madda. Ambas me regalaron una sonrisa.

Sam le dice algo a la chica para luego acercarse a mí. “Ronda me pidió que me quedara a ayudarla. ¿No te molesta? Alex dijo que se quedaría con Nathan.”

“No me molesta para nada. Solo son trenta y siente minutos, contados, de aquí a CC. Sabes que caminar nunca ha sido un problema. Te veo en casa.” Sam toma mi mano y le da un pequeño beso. La aparto de ella haciendo una mueca de digusto falsa. “Sabes que no me gustan los besos.”

“Lo sé. Por eso te los doy y justo antes de hacerlo, me lambo los labios para que estén húmedos, justo como NO te gustan.” me guiña un ojo y regresa a su trabajo.

No me gustan los besos. Solo Raundi ha logrado darme uno que no me asquee tanto. Ni siquiera mi padre me puede dar uno sin que me limpie el cachete. Recuerdo las mini peleas que teníamos cuando era un chiquilla. Él quería darme besos y yo me tapaba la cara para que él no pudiera hacerlo. No sé qué es lo que tienen, es solo que no me gustan. Darlos, no es un problema. Recibirlos, ese es otro dilema. Aveces, son demasiado húmedos para mi gusto y me dejan la mejilla mojada.

No me gustan y fin.

Camino por el extenso 'tras bastidores' para llegar a la puerta de salida. Me detiene un momento una imagen que diviso.

Alex y Nathan están juntos uno frente al otro, a un lado de las largas mantas negras que caen del techo. Ella le está intentando enseñar a vocalizar. Hace movimientos con su boca y labios, además, de entonar un poco de notas para que, luego, él la imite. Veo que él lo intenta tímidamente, pero no lo consigue. Me da risa el hecho de que Alex, esté intentando enseñarle sobre su diciplina.

Vienen de dos mundos totalmente diferentes. Nathan es como yo, escribe. Se sienta en una silla con lápiz y papel para crear una historia. Podemos estar encerrados en nuestra casa por siempre, sin necesidad de salir de nuestro cuarto de ideas. Alex, por oro lado, usa su cuerpo para hacer arte. Debe venir al escenario, ensayar y hacer que las historias escritas, cobren vida.

Las cosas más interesantes, suceden en los lugares mas comunes…

De repente, una idea me vino a la cabeza. Una que es lo suficientemente buena como para hacer que mi historia sea perfecta. Aunque, todavía no le encuentro un final.

Observar, sí que funciona.

Me despido de los chicos y me preparo para la gran caminata hasta CC. Salgo por el portón de salida y contemplo las varias personas que van de ida al área de estacionaientos. Una voz me hace parar en seco.

“Hoy tendremos nuestra tercera cita, tigre.”

Me volteo y distingo a Scott recostado de la pared a mi espalda.

“No voy a ir a ningún lado contigo.” sigo caminando.

Ahora estoy irritada.

Percibo unos pasos rápidos acercarse a mí. Una mano me sujeta por el codo y me voltea. “Escucha, Ruby-“

“¿Por qué debo hacerlo? Anoche no te pareció mal irte sin escuhar lo que yo tenía que decir.” suelto su agarre y sigo caminando, ahora más diligente que antes. Casi me safo de él, pero un auto me sorprendió de frente cuando estaba pasando por la salida de los aparacamientos, obligando a que me detuviera para que no me atropellaran en mi proceso de escape, lo que provocó que, Scott me alcanzara.

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⏰ Última actualización: Nov 04, 2017 ⏰

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