Prohibido. [Síndrome de Estocolmo].

Capítulo 11

Antes de leer, quiero decirles que van a odiar a Blaine tanto en éste capítulo y que comience a arder el fuego que la cosa se va a poner fea.

Créditos a la imagen de multimedia a Muchacha10 en Devian art. Que les digo, me encanta ese fanart.

Kurt

Salí de la habitación tallando mis ojos con pereza. Me estiré un poco y comencé a bajar los escalones en saltos. Blaine se la había pasado en el jardín dos noches seguidas plantando las flores después de nuestra "discusión". La verdad es que después de aquello, no habíamos entablado mucha conversación. Nos estábamos comportando como unos malditos niños.

—¿Tan temprano? Jamás te había visto por aquí a éstas horas.

—No es temprano.

—Son las tres de la madrugada.— abrí los ojos con sorpresa y Blaine chasqueó la lengua negando—. ¿Qué mierda haces despierto tan temprano?

—Creo que esa pregunta deberías contestarla tú.— me senté sobre una silla de la cocina y miré a Blaine. Había subido mis dos piernas y enrollado entre sí.

—Cuando estabas dormido salí de casa en el auto a despejar mi mente. Joder, eso de plantar dos noches seguidas es una tortura. Traje unas gigantescas cubetas de pintura, pensé que te gustaría decorar la habitación.

Sonreí instantáneamente. Blaine sí que sabe lo que más amo hacer, y una de esas cosas es decorar los interiores o cualquier cosa que implique la palabra y la acción decorar.

—No pensé que colores de pintura te gustaban más, así que traje colores fuertes como gris, azul marino y negro. También traje brochas, esas pegatinas que se adornan en las paredes, pintura en aerosol.

—¿Lo haremos hoy?— Blaine casi se atraganta.

—Jamás pensé que quisieras incluirme desde aquella vez. Pero sí, ahora, a la hora que desees.

—Hay que comenzar temprano, así terminaremos por la tarde y podremos salir afuera. Quisiera ayudarte a plantar más cosas atrás.— sonreí de lado y metí un mechón de mi cabello detrás de una de mis orejas.

—Lo siento, afuera está todo terminado. Pero mira, que creo que ensuciarte con mugre y tierra no es de tus tareas preferidas. Creo que con las pinturas ya tienes suficiente.— Blaine me tomó de los hombros—. Traeré algo de ropa vieja que podemos usar para pintar.

—No te apresures, creo que es bastante temprano para eso.— tiré de su brazo y él se detuvo.

—Si no voy a buscar eso, tardaré en encontrarla y no podremos comenzar temprano como quieres.— me quejé en unos mmmm, provocando las risas de Blaine—. Bajaré rápido, quédate aquí. Puedes preparar café si así lo deseas.

Asentí rápidamente y solté el brazo de Blaine. Preparé unas tazas de café con espuma mientras Blaine iba a buscar la ropa. La verdad es que no tardamos mucho ninguno de los dos, terminamos las cosas justo al mismo tiempo. Yo dejé las tazas de café sobre la mesa mientras Blaine dejaba una bolsa llena de ropa en el suelo. Sostengo la taza entre mis manos observando la bolsa.

—Ahí está toda la ropa que ya no utilizo. Debe de quedarte, creo que está perfectamente a tu medida.— toqué la bolsa. Dejé la taza llena de café sobre la mesa y abrí la bolsa.