XIV

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Ya no me mira.
Se ha olvidado de mi y mis tontunas.
De mi y mis dudas.
Me ha dejado atrás, abandonada, como un juguete viejo y roto.
Porque ya no merezco la pena.
Porque nunca la merecía para él.
Nunca mereció la pena preocuparse por mi.
Nunca debí preocuparme por él.

Musas DistantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora