Tomé varias respiraciones largas, tratando verdaderamente mis nervios, cosa que se hacía cada vez más difícil.
Faltaban apenas minutos para salir al escenario, y estaba a punto de vomitar de los nervios, literalmente. Tenía el cabello suelto en pequeñas ondas, imitando el peinado de Gabriela y tenía un vestido exactamente igual al que ella usaba en la escena de la película. Comencé a caminar alrededor, tratando de controlar los latidos de mi corazón, pero el tiempo disminuía cada vez más rápido. Siendo una completa tortura para mí.
¿Qué pasaba si me olvidaba de un estúpido paso de baile? ¿Si me caía? ¿O si simplemente me daba pánico escénico y vomitaba enfrente de todos ellos? Oh Jesús, María y José, no podía hacer esto.
—Te calmara los nervios—me volteé para ver quien me había hablado, Zabdiel estaba enfrente mío extendiéndome goma de mascar con una sonrisa torcida.
La acepté y rápidamente me la metí a la boca. Mantener mi boca ocupada supongo que ayudaba a controlarme.
—Gracias—dije sin dejar de masticar.
Zabdiel se sentó en la silla que estaba a su costado. Él estaba de lo más normal, como si bailar enfrente de muchas personas no fuera nada del otro mundo. Y bueno...ahora que lo decía en mi cabeza, no parecía nada del otro mundo.
—De nada. ¿Crees poder controlarlo?—preguntó divertido, recordándome tanto al Zabdiel anterior.
—Eso espero. O vomitaré sobre tus brillantes zapatos—dije y automáticamente ambos reímos.
Hubo un silencio incomodo, porque no sabía que decir. Preguntarle sobre su vida para que después me diga que no me metiera sería algo muy malo, así que preferí quedarme simplemente callada, y tal vez esperar si a él se le ocurría decir algo.
—_______, yo...—empezó. —Regreso a Puerto Rico el día de la graduación.
Fruncí el ceño, y sentí un pequeño retorcijón en el estómago. A pesar de que Zabdiel y yo no habíamos sido íntimos amigos las últimas semanas, lo habíamos sido antes. Y en realidad, él se había portado tan bien conmigo, y él no se merecía que una chica lo dejara, porque él no se había equivocado en nada. Probablemente fue mi culpa haber iniciado una relación con él, sabiendo que sentía algo por Joel. Pero no es que no haya querido a Zabdiel, porque lo quise, mucho. Pero lo que sentía por él, no es algo tan fuerte como lo que siento por Joel.
— ¿Estas feliz? Digo, ¿de volver a tu país?—pregunto.
—Veré a mi madre, y a mi mejor amiga. No la veo en meses. Ella es una persona muy adorable, deberías de visitarme algún día. Estoy segura que se llevaran increíble las dos.
—Zabdiel yo...lo siento, porque...
—No, déjame disculparme a mi primero por haber sido un completo idiota. No es tu culpa, nada de esto. ¿Te acuerdas ese día en la cafetería, el primer día que llegué? Vi tu mirada de dolor cuando vimos a Joel y su ex novia entrar por la cafetería. Y aun así, no me detuve, y me enamoré de ti. Digo, ¿Quién no lo haría? Espero realmente, que podamos ser verdaderos amigos esta vez. Prometo dejar de ser un completo resentido, esta vez - Me tiré en sus brazos dándole un fuerte abrazo. Lo extrañaría demasiado, de verdad lo haría. Él besó mi frente para después suspirar en mi oído —Me tienes que visitar, o te traeré desde el otro lado del país. Créeme, tengo contactos secretos. —me reí.
— ¿Cómo los que te dan las identificaciones falsas?
—Exactamente. —sonrió de oreja a oreja—Gracias por todo, _________. No sabes cuánto he cambiado gracias a ti. Antes de venir aquí era un completo idiota que paraba de fiesta en fiesta, con amigos que nunca debí tener, y estaba a punto de entrar a las drogas.—Fue el cambio de país, yo realmente...
—No. Fuiste tú. Porque estoy seguro que si no te hubiera conocido me estaría drogando en uno de los clubes de la ciudad, fingiendo que vengo a estudiar esta escuela, mientras en realidad estoy en bares todos los días. Tú me cambiaste. Tu amor lo hizo.
—No te olvides de mí y llámame, ¿de acuerdo? Tal vez no tengo contactos secretos, pero sí un buen puño derecho—le confirmé haciendo que se riera.
Rompí el abrazo, y realmente esperé no haber arruinado el maquillaje que llevaba encima o las de maquillaje me iban a asesinar, literalmente.
Una tos falsa se escuchó en la habitación.
Zabdiel y yo nos volteamos al mismo tiempo, Joel estaba apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Zabdiel se levantó de la silla y antes de darme una última sonrisa abandonó la habitación. Joel entró y se sentó en el lugar donde había estado Zabdiel, aun con el ceño fruncido pronunciado.
—Solo estábamos conversando, Joel, él y yo...
—Lo sé. —dijo haciendo que me confundiera.
— ¿Qué? ¿Cómo es que lo sabes?—ahora estaba confundida.
—Zabdiel habló conmigo hoy. Me dijo que eras toda mía, —viró los ojos—Como si no lo supiera. Y también me dijo que si te hacía sufrir en lo más mínimo, vendría de Puerto Rico a romperme las bolas, literalmente. Así que sí, sé más o menos de que han estado hablando.
—Lo voy a extrañar—dije acercándome a Joel, entrelazando nuestros dedos.
— ¿Lo amas?—preguntó, disimulando muy bien sus celos.
No pude evitar reírme, después uní nuestros labios. Cuando me separé de ellos, susurré sobre ellos un—Solo hay una persona que amo, y está enfrente de mí.
{...}
Todo salió bien en la obra. Hasta el baile de Zabdiel y yo salió perfecto, la coreógrafa me abrazó apenas bajamos del escenario y me dijo que estaba orgullosa de mi y que le acababa de confirmar que los milagros existían. Yo estaba tan de acuerdo con ella, porque si me ven como entré a bailar en el primer ensayo y en el de la obra, eso es un verdadero milagro.
Zabdiel me abrazó apenas salimos del escenario, diciéndome que podría conseguir todo lo que quería cuando me lo proponía. Después apareció Joel, con un enorme ramo de rosas, dejó el ramo a un lado y me dio varias vueltas en el aire con sus brazos alrededor mío.
—Estuviste fabulosa—dijo robándose un beso de mis labios. —Estoy tan orgulloso de ti, Bubbles.
—Gracias—respondí.
—Estas son para ti—me extendió el enorme ramo.
Definitivamente amaba las rosas.
Cuando la obra terminó, todos los del elenco planeaban ir a celebrar a un club que estaba por el centro de la ciudad. Realmente no tenía muchas ganas de ir, pero después de que todo el elenco me pidió que tuviéramos que estar todos porque era la última noche de diversión en Nueva York de Zabdiel, acepté.
Algunos del equipo de futbol nos acompañaron, y bueno, ellos apenas llegamos al club salieron a cazar a su presa. Buscando a chicas de una sola noche con las cuales divertirse.
Joel besó mi mejilla, sacándome de mis pensamientos.
—¿Estás conmigo?—preguntó divertido, extendiéndome una botella de agua, conociéndome tan bien como para saber que esta noche no estaba en mis planes emborracharme con alcohol. Tenía demasiadas cosas en mente. Mañana era el último día. Nuestro día de graduación, y estaba realmente nerviosa. Porque aún no le había comentado nada de Columbia a Joel, y no podía sacar de mi mente ese tema — ¿Algo anda mal? Podemos irnos a casa si quieres—susurró nuevamente en mi oído.
— ¿Podemos ir afuera un segundo?—pregunto levantándome de la silla de la barra.
Joel me imitó, tomó mi mano y ambos cruzamos el gentío de personas que estaban en la pista para llegar a la salida del club. Había muchos adolescentes afuera, haciendo cola para entrar, a pesar de ser un jueves.
—Bubbles, me estas asustando. No vas a terminar conmigo, ¿verdad?
Estaba notoriamente nervioso, cosa que lo hacía ver más adorable aun.
—No—me reí. —Solo, hay algo importante que necesito decirte y con toda esa música no parecía un buen lugar.
—Dime
—No quiero ir a Washington—dejé el aire salir por mi boca, estaba temblando demonios.
— ¿Qué? ¿Por qué?—preguntó confundido.
—Esos no son mis planes, Joel. Quiero estudiar periodismo...
—En Washington hay periodismo, bubbles, no veo el problema.
—No, Joel, quiero estudiar periodismo pero en la Universidad de Columbia.
— ¿Aquí? ¿En Nueva York?—preguntó frunciendo el ceño.
—Sí, aquí.
Pasó sus manos por su cabello, estaba pensando, pensando una solución para nuestro pequeño gran problema.
—De acuerdo, puedo postular para la universidad de NY, puedo conseguir una beca, a pesar del tiempo...
—No. No quiero hacerte dejar la universidad de tus sueños, solo por mí
—Bubbles, no voy a dejarte, ¿de acuerdo? ¿Entiendes eso? No pienso separarme de ti. Las relaciones a distancia son realmente una jodida mierda—por lo menos concordábamos en algo— ¿Por qué no me dijiste esto antes? ¿Esta es la razón por la que estabas tan pensativa?
Asentí con la cabeza.
—Me aceptaron en Columbia hace unos días atrás. —le informé.
— ¿Y porque te guardaste todo eso para ti? No tienes que llevar todo tu sola, bubbles. —se acercó más a mí, y pasó sus brazos por mi cintura, permitiéndome recostar mi cabeza sobre sus hombros. —Vamos a encontrar una solución, lo prometo—dijo antes de besar suavemente mi mejilla.
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promesas de amor [{Joel y tu} segunda tem. RDM<ADAPTADA >]
Fanfiction"¿Eres lo suficientemente fuerte para soportar la verdad?" _________ acaba de descubrir que su vida ha estado llena de mentiras desde antes de haber nacido. No todos los días te enteras que tu supuesto verdadero padre es uno de los empresarios más a...