—¿Estas bien?—preguntó Liam sentándose a mi lado en las bancas que se encontraban en el exterior de la escuela.
Acababa de salir de mi clase de deporte, tenía el cabello hecho un completo desastre y amarrado en un moño. Joel no iba a tardar de salir de su entrenamiento de futbol, e iríamos a casa.
—¿Por qué preguntas?—le respondí con otra pregunta.
—Te ves muy pensativa. ¿Paso algo con Joel?—preguntó.
—No realmente.—respondí insegura.
—¿Entonces?—insistió.
—No es nada, Liam. Son solo cosas de chicas.—le dije sinceramente. Esto es algo que debería hablar con Alizzon, dudo que Liam entienda la lógica femenina.
—Oh, entiendo. ¿Prefieres hablar esto con Alizzon? Me siento completamente ofendido.—dijo abrazándome.—Cualquier cosa que este pasando, tienes que saber que Joel nunca haría algo para lastimarte. Se merecen el uno al otro...
—Si esto no resulta, estará todo jodido. Nunca podríamos volver a ser como antes. Y tengo miedo de perderlo.
—No lo vas a perder, ________. Aunque quisieras. Pero, ¿Por qué estas tan insegura?—preguntó.
Y esa era la pregunta, pregunta de la cual ni yo misma tenía una respuesta.
{...}
Los ensayos nunca habían sido lo mío.¿A quien le importa escribir veinte paginas sobre tu opinión acerca de la primera guerra mundial? ¿Qué vas a escribir realmente? Yo no tenía la mínima idea. Me había pasado toda la noche anterior en blanco, y no presenté nada hoy.
La campana sonó, marcando la hora del almuerzo. Los otros alumnos comenzaron a guardar sus cosas, recogí mis cosas y me levanté rápidamente de mi asiento. Llegué hasta la puerta cuando escuché que me llamaba.
—Señorita Heather, me gustaría hablar con usted unos minutos.—me di vuelta y caminé hasta su escritorio que estaba invadido de papeles. Ella espero hasta que el salón quedo completamente vacío —¿Sabe cuantos ensayos voy enviando en este periodo? Tres. ¿Sabe cuantos ha presentado usted? Uno. El cual no era muy bueno que digamos. Explíquemelo.
—No me gusta la historia, no logró interesarme y termino no haciéndolos. Lo siento mucho, Señorita Guili.—me disculpé.
—Su calificación va a estar muy baja. Al menos que haga algo, pronto.
—¿Qué puedo hacer?—pregunté.
La ultima vez que hice algo para levantar mi calificación terminé conociendo a Zabdiel. Estaba rezando en mi mente para que no me envíen a ningún club después de clase o algo por el estilo.
—La obra de la escuela, estrenará en unos meses.Había olvidado que la maestra era una de las organizadores de las obras anuales, las más importantes del año. Para la escuela, sus obras eran de oro. Obligaban a todos los alumnos a venir, con el soborno de una más alta calificación.
—¿Y eso que tiene que ver conmigo?—pregunté confundida.
—Mary Anne se lastimó cabalgando hace poco dias, necesito a un remplazo. Y tu quedas perfecta en su lugar.
—Yo no sé actuar.—dije sinceramente.
—No te preocupes. No actuaras. Bailaras.—dijo mientras salía del salón con su bolso sobre su hombro izquierdo. La seguí, caminando a su lado por el pasillo.
—¿Que? ¿Bailar? ¿Yo? Prefiero un ensayo, se lo juro que se lo presentaré. Yo no sé bailar. Por favor.—la maestra se detuvo y se volteó para mirarme.
—Lo siento, señorita. Ya paso el plazo de los ensayos, ahora este es su único salvavidas. Sala de baile, hoy, después de clases. La esperamos.—dijo sonriendo de oreja a oreja.
—¿Esperamos?
—Su pareja de baile tambien la estará esperando, por supuesto.—dijo y se volteó para seguir caminando por los pasillos.
{...}
Esto era malo. Muy malo.Iba a ser el ridiculo en el escenario.
La obra estaba llena de canciones lentas, canciones que nunca aprendería a bailar. Podía bailar todo tipo de musica, pero no lograba atrapar el ritmo con esta. Suena inmaduro, pero cuando tienes dos piernas izquierdas no es muy lindo. Aunque tenga a mi lado al mejor coreografo, no iba a poder bailar. Nunca. Estaba dispuesta a entrar al salon de baile, y decirle a la maestra que agradecia la oportunidad, pero acababa de recordar que para el día de la obra no iba a estar en la ciudad.
Cuando entré al salon de baile de la escuela por primera vez en mi vida, todo era normal. Barras de estiramiento, miles de espejos, equipo de musica. La maestra, Zabdiel y los miles...Esperen. ¿Zabdiel? ¿Que hacia el aqui?
—Llegas temprano, eso es bueno. Necesitamos todo el tiempo del mundo. Ambos en medio de la pista ahora. Les enseñaré lo basico, mañana vendrá la profesora de baile.—dijo la maestra empujando a Zabdiel.
—Maestra yo...—empecé.
—No me vas a abandonar, ¿verdad?—preguntó Zabdiel pasando sus manos por mi cintura, y llevandome al medio de la pista.
—Yo...realmente...
—Van a bailar "Can I have this dance", ¿la han escuchado? Pues ahora lo harán. Este es su ultimo año, asi que haremos un musical se llamara "The night of my life". Los dos se ven hermosos juntos, asi que espero que todo salga perfecto. Les pondré la cancion, y vayan avanzando. Yo iré a traer mi ordenador, ahora vuelvo.—dijo, pero sin darme oportunidad de hablar. La pista de la canción empezo a sonar.
La mano de Zabdiel, tomo la mia, delicadamente. Su mano que estaba en mi citura, me acerco a él. Teniendo su rostro en una corta distancia, sus ojos con los mios. Dio un paso hacia atras, al costado, al frente. Ahora mis ojos estaban en el suelo. Logré pisarle el pie, haciendo que ponga una expresion de dolor.
—Lo siento.—me disculpé. Pero no se detuvó, solo me sonrio en respuesta. Y siguió bailando. Antes de que terminará la cancion ya le había destrozado los pies unas diez veces. Cuando termino no soltó su brazos de mi cintura.—Lo siento tanto, soy una pesima bailarina. Te he destrozado los pies.—No bailas tan mal.—dijo mirandome directamente a los ojos, a pesar de que él era más alto que yo.
—Estas mintiendo bailo como un pinguino.—dije.
—Claro que no.
—Tienes razon. Bailo peor que un pinguino.—dije haciendolo reir.—De todas maneras, ¿quien te enseño a bailar tan bien?
—Mi mamá. Cuando tenía seis años, se ponía a bailar conmigo y mi hermana en medio de la sala.
Nadie me había enseñado a bailar a mi. Solo una vez vi a mamá bailar, ella estaba en su cuarto con la puerta entrecerrada, me metí silenciosamente y la vi bailar con su pareja invisible. Ella bailaba hermoso.
—¿Hermana?—pregunté mientras me sentaba en el suelo. El me imitó.
—Ella es un año menor que yo, esta en Paris haciendo un curso de fotografia.—dijo.
—Genial. ¿Como terminaste de aqui?—pregunté haciendo un movimiento indicando el salón de baile.
—Yo me inscribí. Si tengo más creditos, puedo regresar a Inglaterra pronto.
él se quería ir de Nueva York. Y pensar que la razón pueda ser yo, era mala. Muy mala.
—¿Te quieres ir?—le pregunté estupidamente.
—No tengo una razon para quedarme mucho tiempo, antes la tenía, pero ya no.
—Somos amigos, ¿verdad? Podemos seguir saliendo, con los gemelos, Alizzon, Erick y...Joel. Lo sabes, ¿no?
—¿Enserio?—preguntó como si no se lo creyese.
—Sí. Lo siento, había olvidado que los chicos y yo eramos tu grupo de amigos en la escuela. Te debes sentir incomodo, ¿no?
—Un poco. Hay una fiesta, en el club cerca a Mary Geth. ¿Les gustaria ir?
—¿Cuando es?—pregunté mostrando interes.
—El sabado.—respondió.
—Genial, les diré. Pero no necesitaremos esas entradas al paraiso, ¿o si?—pregunté dandole un pequeño empujon y haciendolo reir.
—El dueño es un amigo. Una larga historia.
—Como sea, es un plan.
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promesas de amor [{Joel y tu} segunda tem. RDM<ADAPTADA >]
Hayran Kurgu"¿Eres lo suficientemente fuerte para soportar la verdad?" _________ acaba de descubrir que su vida ha estado llena de mentiras desde antes de haber nacido. No todos los días te enteras que tu supuesto verdadero padre es uno de los empresarios más a...