WIGETTA ONE-SHOTS

Imán

Hola a todos! Espero disfruten de este nuevo one-shot que hice con mucho, mucho love, aún no pongan la canción de la multimedia, cuando sea el momento de colocarla avisare :) 

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POV Samuel

entré al teatro a paso firme cargando en mis manos un folleto que me habían dado en la entrada con la programación para las presentaciones del día de hoy, le eché un vistazo y lo guardé en el bolsillo de mi gabardina, tomando asiento, nunca había estado en presentaciones de este tipo, de forma extraña nunca me habían gustado del todo, pensaba que este tipo de música era más para otro tipo de personas, pero claro, el muy loco de Luzu tenía que haberme regalado el boleto, no me disgustaba pero tampoco me agradaba completamente. A veces pienso que ese tío esta pirado de la cabeza.

FlashBack

—Eh vegetoide— Me saludó desde lejos el muy parguela

— Anda Luzu, ¿que tal todo?—  sonreí 

— Bien, bien, mira que me han regalado este boleto para ir al teatro, al parecer hay varias presentaciones de música clásica—  asentí

— Hala que bien, podrías ir con Lanita, seguro se divertirán— comenté

— No tío, resulta que solo me han dado uno, y además Lanita y yo ya teníamos planeada otra salida, que tal si vas tú? Es más, quizá conozcas a un amigo mío que se va a presentar, el chaval es buena gente y se llevaran bien— fruncí el ceño

— Uf Luzu, tñu sabes que no me gusta ese tipo de música, me hace dormir— 

— No seas tiquismiquis y ve, anda toma— resignado tomé las boletas y agradecí a Luzu por ellas   

Fin FlashBack

Unos cuantos minutos después empezó la función, y como me imaginaba iban pasando variedad de personas a tocar diferentes instrumentos en frente de todo un público, ninguno me había impresionado o llamado la atención, era ese tipo de música clásica trágica o triste con sonidos bajos y aburridos, después de un par de horas de aburrida función, por lo menos para mi, pasó un hombre al escenario que llamo mi atención, no solo por ser bastante joven comparado con las demás personas que habían pasado si no que además llevaba jeans y tennis, iba totalmente informal a diferencia de lo que había visto en las demás presentaciones, vaya tío más loco, me acomodé en mi asiento y espere a que el hombre parado en la tarima empezara a tocar

Pongan aquí la canción

Empezó a tocar el piano, las teclas resonaban a través de todo el teatro, suaves, su forma de tocar ese instrumento era algo distinto a todo lo que había oído, delicado, con cuidado, casi con pasión, acariciando cada tecla como si fuese la ultima vez que pudiera tocar aquel piano de cola, la agilidad que poseía combinada con su delicadeza exótica era digna de apreciar y desde la lejanía podía ver su rostro, concentrado, sus pupilas brillaban y su cuerpo tenia una posición calmada, sus ojos rasgados se cerraban de vez en cuando, moviendo la cabeza casi sin darse cuenta, ese tío extraño y de mejillas abultadas estaba tocando una melodía tan hermosa que casi podía ver su alma a través de la música. 

Cada detalle que agregaba a su obra era precioso, podía ver sus manos moviéndose a través del piano, rozando al perfección, la melodía empezó a avanzar y cada vez sus movimientos delicados y armónicos se transformaban en intensidad y liberación, sus parpados cerrados fuertemente, como queriendo escapar de la realidad, podría estar totalmente seguro que todas las personas en este lugar estaban concentradas en los movimientos del pianista, nuestras miradas expectantes reflejando interés absoluto en cada movimiento realizado por el hombre parado en frente de nosotros.

suspiré hondo cuando vi su lengua pasar rápidamente por sus labios, humedeciéndolos, labios color rosa que se entreabrían soltando suspiros lanzando al aire notas invisibles que estaba seguro que bailaban con las notas que producía el piano, visualice el folleto una vez más buscando el nombre del dichoso pianista que me tenia en las nubes

Guillermo Diaz.

Lo volví a mirar, y entonces tuve unas ganas inmensas de conocer a Guillermo, de poder hacer parte de su melodía, de acércame a él y a su hermosa perfección, este sentimiento era tan extraño que podía sentir alucinar, era como encontrar un tesoro perdido, algo que nunca pensé ver, y que no podía dejar escapar, visualice al pianista nuevamente, esperando a que la canción terminara, para salir corriendo de aquella sala de teatro, y poder ver por mi mismo qué era lo que hacía ese hombre para atraerme de esta forma, como un imán.