UN ÁNGEL ENTRE MIS SOMBRAS

Capitulo 41

            POV KATE

- Eres igual de hermosa que tu madre- dice el asqueroso de Jack, acariciando mi mejilla. Siento repulsión, que lo escupo.

- No vuelvas a mencionar a mi madre- digo tratando de contener mi ira.

- Hermosa como tu madre pero estúpida como tu padre- el idiota sale del auto y abre la puerta para sacarme.

Empiezo a patearlo a pegarle. Pero el logra atrapar mis manos, y se pone encima de mi.

- Disfrutaré de tu delicioso cuerpo- pasa su lengua por mi cuello. Voy a vomitar.

-¡Suéltame asqueroso!- Muerdo su oreja.

- ¡Maldita perra!- Me abofetea- haga lo que hagas nadie va a salvarte.

Por favor Elliot, o Christian, rastreen mi celular antes que este malnacido se salga con la suya. Estamos afuera de una casa vieja, no se ve nadie.

-¡Auxilio!- Grito.

El vuelve ponerse encima de mi. Y trata de quitar mi pantalón, pero lo pateo. No voy a permitir que este maldito desgracie mi vida. Mi celular se cae de mi bolsillo. Oh dios, por favor que no de cuenta, que traía el celular.

- ¡Sueltame hijo de puta!- Le doy una patada en el estomago. El maldito de retuerce de dolor, es ahora Kate, no debes tener miedo.

Salgo corriendo del auto, pero no logro correr ni tres metros, el maldito me atrapa.

-¿Pensaste que podrías escapar?- Dice tirándome mi cabello fuertemente. Por favor Elliot, ven por mi.

- No me hagas nada por favor- no quiero permitir que el miedo me invada, pero es imposible. Estoy aterrada.

- ¿Tienes miedo? Me encanta...¡Camina!

- Sueltame...me duele- le reclamo, pero el hijo de puta ni se inmuta y jalando de mi pelo me conduce hasta una casa abandonada.

-¡Que me sueltes maldito!

- Te haces la valiente ¿Verdad?- Creo que no se dio cuenta, que traía mi celular. Debo ganar tiempo.

- Dime una cosa maldito ¿Tuviste algo que ver en la muerte de mis padres?- Es ahora o nunca de saber la verdad...se me eriza todo el bello del cuerpo ¿ Realmente quiero saber la verdad?

- ¿Tu que crees? - Dice burlón, dejándome helada - fue muy fácil...solo tuve que averiar su auto y fin de los Kavanagh-
El mundo deja de girar para mí...me quedo horrorizada.

- ¡Maldito...como pudiste...mi padre confiaba en ti!- Empiezo golpearlo.

- Tranquila perra...que tu pronto le harás compañía- aprieta mis muñecas. Trato de contener el miedo que siento- pero antes, disfrutaré tu cuerpo...imaginaré que eres la señora Kavanagh- esta detrás de mi y me susurra en el oído. Siento nauseas, aunque traté de reprimir las lagrimas, no puedo seguir ocultandolo, siempre tuve la sospecha que el tuvo algo que ver en la muerte de mis padres, pero oirlo de su asquerosa boca es horrible.

- Te quedaste calladita.- Ríe entre dientes con desdén. ¡Maldito hijo de puta! Quisiera sacarle los ojos, ahorcarlo y matarlo yo misma pero el pánico y el miedo me han paralizado- tu el puto de Grey, me las pagaran por arruinarme.

- El que pagará todo lo que ha echo eres tu- mi voz es apenas audible, tengo miedo pero aún así, no le daré el gusto a Jack, de amedrentarme.

- Cariño...no hables, guarda tus energias para cuando follemos- ¡Apresurate Elliot!

No digo nada, el desgraciado de Jack, me suelta.

- No te muevas cariño- dice mostrándome una arma, con la que me amenazó y me saco a la fuerza del restaurante.

-¿Que harás conmigo?- Mis piernas han comenzado flaquear. Me siento débil.

- Follarte hasta hartarme y luego matarte con esta preciosura - acaricia el arma.

Debo distraerlo, necesito salir de aquí. Necesito calmar los latidos de mi corazón, necesito calmar mis nervios, para que pueda pensar con claridad.

- ¿Por que odiabas a mi padre?

- Porque era un imbécil, porque tenía lo que yo no tenía...una empresa, una hermosa esposa, una linda familia. Tenía todo mientras que yo tenía que conformarme con sus sobras.- Responde con odio

- El que no tengas una familia fue tu culpa- miro hacia la entrada.

- La estúpida de Elizabeth, no puede tener hijo.- Creo que se refiere a su esposa.- Espera aquí cariño- se va hacia un pasillo

Corro hacia la puerta y empiezo a tirar el picaporte. ¡Maldición! No se abre. No tengo tiempo para pensar, así que rápidamente subo corriendo las escaleras. Esta casa está a punto de caerse, los peldaños de la escalera quieren romperse. Oh dios, ayudame a salir de este lugar, si no ese hijo de puta va a cumplir con su objetivo...

¡Maldición! Las malditas ventanas no se abren.

- ¡Te dije que me esperes maldita puta calientapollas! - Escucho el estruendo de un balazo. - ¡El próximo es para ti!- Estoy horrorizada. Tengo la boca seca por el miedo y noto el desagradable sabor metálico del terror. Ese desgraciado va a matarme...¡Esto no puede estar pasándome a mi! Mis lagrimas no tardan en salir. Voy a morir.

Cuando pensaba que todo estaba perdido, escucho el sonido de un auto, me asomo inmediatamente a la ventana. ¡Es el auto de Elliot, y el auto de Christian! ¡Oh mi dios, ellos no pueden entrar aquí! Ese loco los va a matar. ¿Que voy hacer? Si les grito desde aquí, ese desgraciado me va a matar, pero si no les advierto, ellos pueden morir. Me siento en una esquina. No debí aceptar la ayuda de Christian, para recuperar lo que mi hermano y yo nos pertenecía. En estos momentos estaríamos tranquilo. Debo pagar por mi error, no dejaré que personas inocentes salgan lastimadas, si algo le pasa a Christian, Ana, nunca me lo perdonará. Me pongo de pie decidida a enfrentar mi destino.

Bajo las escaleras. Escucho voces, me quedo parada.

- ¡Maldito hijo de puta...te voy a matar!- ¡Es Elliot, quien grita!

- Tranquilo Elliot, ya atrapamos a este maldito, tu ve por Kate.- Esa es la voz de Taylor

¡Lo atraparon !¡¿Pero como?! ¿Cuanto tiempo estuve allá arriba.

- ¡Elliot!- Maldición, me he resbalado. Casi cayéndome bajo las escaleras.

- ¡Kate!

Corro a los brazos de mi amor, el ha venido por mi, para rescatarme. El dique estalla, una vez que estoy en brazos de Elliot.

- Tranquila amor...ese maldito ya no nos dará más problemas- me dice tiernamente y acaricia mi espalda.

- Pensé...pensé...que...moriría.

- Ya terminó...Taylor, Swayer y Welch, atraparon al hijo de puta.- Por fin puedo respirar aliviadamente. Fui una tonta en desconfiar que Elliot, y Christian, vendrían solos. - Estas a salvo amor-

Por fin la pesadilla ha terminado