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Cierro los ojos y respiro hondo, apoyada sobre mi coche y con la mirada gacha. Jamás había sentido tanta impotencia al estar cerca de un hombre. Francamente, no sé ni porqué me siento así, es estúpido. En serio ¿qué ha pasado?, Neul, tú no eres así—maldecí para mis adentros al no poder encontrar una respuesta racional. Introduzco la llave en la cerradura del coche con torpeza y abro la puerta, me siento en el lugar  del conductor —¿Quién si no iba a llevarme de vuelta a casa, estúpida? ¿Park Ji Min?— pensé. Dejé a un lado el bolso y suspiré arrancando el motor. Dejo atrás el gran edificio, vuelvo a casa. Media hora más tarde y una parada para ir por café y algo de comer, llego a mi departamento. —Estúpidos tacones— maldigo tras haber subido cuatro pisos de escaleras sobre tacones de aguja.  En estos momentos me encuentro maldiciendo a KyungMi  por no darme al menos la biografía del grupo al que debíamos entrevistar, que sí, se supone que si yo también iba a entrevistarlos debía saberlo, pero ella siempre se encargaba de eso, yo solo me dedicaba a tomar apuntes en silencio, sin que la gente notase que estaba allí. Busco en mi teléfono su nombre: Park Ji Min, ¿Wikidrama? supongo que servirá.

 Park Ji Min, veintidós años, aprendió danza contemporánea por dos años, también esgrima japonesa, ocho años, fue uno de los mejores de su clase en danza... eso explica el porqué baila tan bien. Mide 1'73, lo sabía.— empecé a mirar las fotos y twits de BTS, en concreto los de Park Ji Min.

 ¿Qué haces?—KyungMi a mis espaldas. 

—Joder UngMI, deja de ser una maldita sombra—maldecí.

 Estaba informándome algo mejor para hacer el reportaje—traté de sonar convincente, sin éxito.

 Ya, claro. Por eso en las búsquedas solo salen las palabras ''Park Ji Min'', ¿te gusta?

—¡¿Qué?!, dios, ¡no!. Es solo que me parecía interesante...—Trataba de hacerme creer a mi misma que no era atracción lo que sentía hacia él.

—Lo que tu digas, por algo le llaman ángel caído, no parece de éste planeta y su voz tampoco. No puedes escapar de sus encantos.

 ¿Qué has dicho?— amenacé, empezaba a hartarme.

—No, yo nada.— soltó finalizando la conversación y alejándose a paso ligero. 

Estoy tumbada en la cama, a oscuras mirando a la nada. Pensando en todo lo ocurrido hoy, pensando en aquél hombre de sonrisa impecable. Suspiro, suspiro y miro mi teléfono móvil, el cual se encontraba sobre la mesita de noche, había recibido un mensaje. Desbloqueo y observo detenidamente el mensaje, lo leo una y otra vez pero no logro entenderlo. ''Bailar'' decía el mensaje. ''¿Bailar?''; contesto a la persona anónima. Pocos segundos después recibo una respuesta. ''Quiero bailar para ti'', ''¿Quién eres?'' respondí. Pasaron diez minutos, luego una hora y finalmente me rindo, no obtendré respuesta. ¿Quién querría bailar para mi, y porqué no es capaz de decirme quién es?. Suspiro y cierro los ojos desesperada. 

There for you- Martin Garrix & Troye Sivan retumban en mis oídos. Aunque no entiendo lo que dice la letra, tiene una melodía que engancharía a cualquiera por horas en un bucle, aunque sin embargo no sería mi caso. Destapo mis oídos y miro de nuevo mi teléfono. <4.00 p.m.> Sin duda había pasado toda la mañana en la cama. ''mensaje nuevo de (?)''. 

—No debes saber eso.—¿no debo saberlo?... me volvería loca; no respondí el mensaje.

Trabajo a tiempo parcial, allá vamos. Me levanto con pesadez de la cama y me pongo el uniforme. Odiaba que el local obligase a llevar falda como uniforme, sobre todo en invierno.  En fin, me peino como malamente puedo y termino de abotonar mi abrigo. Kyung no está, llaves, teléfono y las deportivas más cómodas que puedas imaginar. Salgo de casa, tropiezo por las escaleras y aterrizo de culo en ellas. Fantástico,  ahora además de tener la cabeza hecha un lío me saldría un bello moratón en mi trasero. Llego finalmente al trabajo, ¿tiritar? que es eso, yo más bien estaba convulsionando. 

50 SHADES OF PARK JIMIN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora