You're my wonderwall

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El otro día en el que mamá me contaba como era su vida con el contrato en medio de ella, tenía muchos problemas y nunca podía estar a gusto.

Decía que tenía que tomar una actitud egocéntrica para parecer que en realidad era una verdadera relación la que tenía con uno de su banda favorita, su emoción al conocerlos fue mucha y los chicos se encantaron de ellos, luego les cayó la sorpresa de que tenían que hacer una relación falsa, obviamente a mamá le pagaban por toda la controversia que creaba y todo lo que se daba por hablar de ella y Calum; el chico con el que tuvo que salir, al parecer era su favorito y nunca le llegó a desagradar.

Pasó el tiempo y todo se volvió tan pesado para ella y los chicos, tanto que un día se hartaron hasta de ellos mismos y la banda estuvo a punto e quebrar por completo.

Contaba que llegó a creer que en algún momento él si se enamoró de ella, ya que era muy atento y hacía hasta lo imposible para que no le pasara nada malo, la defendía de las críticas destructivas que las fans le lanzaban ó cada vez que algún entrevistados hacía o decía algo en su contra, él siempre la defendía, nunca lo dijo, pero tal vez estaba enamorado.

Con eso terminó de contarme un poco sobre su pasado y se fué a la cama con una expresión triste, no sin antes volver a cerrar el baúl y devolverlo a su lugar.

— ¿Entonces tu mamá fué famosa? — Preguntó Winnie, mi mejor amiga, y negué con la cabeza.

— No, bueno... No lo sé, nunca fué cantante o actriz. — Me encogí de hombros y entré a una tienda de joyería.

Estábamos en una plaza tratando de encontrar algún regalo perfecto para nuestra familias, la navidad se acercaba y teníamos que conseguí algo para dar.

— Ella fue novia de un famoso, al menos debió de haber realizado su vida de famosa después de eso. — Me siguió y revisó la vitrina en donde habían collares y pendientes.

— Nunca le gustó ser llamativa, no creo que le hubiera gustado.

— Yo si hubiera sido tu mamá, hubiera echo mi carrera.

Rodé los ojos y observé unos pendientes muy hermosos, a su lado también había un pequeño dije que se parecía mucho a los pendientes, se los pedí amablemente al trabajador y los compré. Sería un buen regalo para mamá.

Salí de la tienda y me senté en una banca que estaba frente a ésta, Winnie se había quedado dentro, no quería seguir más esa estúpida conversación así que era mejor escapar.

Saqué el regalo de su caja y los estuve mirando por un buen rato.

— Que lindos ¿Dónde los compraste? — Dijo alguien a mi lado.

Voltee a ver y me encontré con unos ojos verdes mirándome con atención, era un señor que parecía ser de la edad de mi madre, su cabello era rubio y tenía una barba sin afeitarse en varios días.

— Oh si, los compré ahí mismo — Apunté hacía la tienda de enfrente y el señor asintió.

— Muchas gracias — Me dió una sonrisa y se encaminó a la tienda, lo seguí y le toqué el hombro para llamar su atención, lo que logré y el hombre volteó hacía mí — ¿Si?

— Lo conozco de algún lado, lo he visto en fotografías, pero era más jóven — Fruncí mi ceño al no poder recordar al rostro frente a mí.

El hombre se rascó su nuca confundido y dió una risa nerviosa.

— No lo creo, al menos que hayas tenido mi edad o hubieras nacido mucho antes o un poco después.

Revisé mi bolso y buscaba el elemento clave para confirmarlo, saqué una fotografía y la analicé bien para después mostrarla al señor que estaba frente a mí.

Revisé mi bolso y buscaba el elemento clave para confirmarlo, saqué una fotografía y la analicé bien para después mostrarla al señor que estaba frente a mí

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— ¿Eres él, cierto? ¿Eres el chico del cabello rojo? — Puse mi dedo en el chico que había mencionado.

— ¿De dónde sacaste esto? — Tomó la fotografía y la observó atentamente. — N-nadie más que Joyce la tiene... Ella era la única que tenía esto.

— ¿Joyce, mi madre? — Le arrebaté la foto y volví a guardar.

— ¿Es tu madre? — Asentí confundida. — Pensé que era una broma de mal gusto lo que había dicho sólo para deshacerse del contrato, pero ya veo que no...

— ¿Qué hizo ella?

— Lo siento, me tengo que ir.

Michael (había logrado recordar su nombre) se dió la vuelta y caminó apresurado fuera de allí.

Winnie salió de la tienda y me miró confundida y extraña, ella había visto todo.

— ¿Él es Michael? ¿No fue con el que tu madre tuvo el dichoso contrato? — Negué desconcertada.

— No, ese fue Calum.

— Amiga, acabas de conocer a un ex integrante de la banda favorita de tu madre, deberías de alegrarte.

— No lo haré, dijo que mi madre había dicho algo para deshacerse del contrato...

— De seguro fue algo sin importancia ¿Seguimos nuestro camino?

(...)

Llegué a casa cargando dos bolsas con ropa para los regalos de Navidad y las guardé en mi closet, mamá aún seguía en el trabajo y no llegaba hasta la tarde.

Fuí a su habitación y saqué el gran baúl para llevarlo al living y volver a revisar lo que había dentro.

Las camisetas, las fotografías, los tickets, los discos, autógrafos, el contrato, una libreta en dónde anotaba todo lo que sucedía...

Abrí la libreta y leí unas cuántas páginas en donde explicaba lo del contrato, lo que no y si se podía hacer mientras estaba con ó sin el chico al cual se le iba asignar, algunos número para llamar, agendados con sus respectivos nombres y en la lista encontré a Michael Clifford.

•••

Esto se publicó y no lo había revisado, así que vuelvo a publicarlo, espero les guste y como había mencionado, ésta historia se basará en fotografías polaroids que se pondrá en capítulos importantes (por así decirlo).

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