II

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La pareja de ancianos llevó al joven a su isba* de madera, le pusieron de nombre Viktor y así fue como él comenzó su vida con ellos, ayudándoles a hacer las tareas y quehaceres del hogar.

Él era muy respetuoso, nunca los contradijo, y no pudieron ellos dejar de alabarlo lo suficiente, no se cansaban de mirarlo, era tan bueno, caritativo, amable y hermoso como las estrellas brillantes en la noche.

Viktor, sin embargo, preocupaba a sus padres adoptivos. Él no los acompañaba en todas sus conversaciones, se dedicaba a observar en silencio y con curiosidad lo que sucedía a su alrededor.




Cuando llegó el verano, Viktor no salió a jugar como los demás muchachos del pueblo, se debilitó y cayó enfermo. Sus padres, angustiados, temían alguna desgracia y creían que algo de aire y sol le caería bien a su hijo. Pero en cuanto Viktor salió de la isba hacia el exterior y los fuertes rayos del astro rey apenas tocaron su rostro, sollozó de dolor y pidió quedarse adentro. El muchacho sentía que cada rayo que lo tocaba, ardía y quemaba en su interior. Sus padres solamente cumplieron su pedido y estuvieron atentos a que su hijo se recuperase.

Uno de esos días, el cielo se oscureció y comenzó a llover torrencialmente. Sin embargo, Viktor, luego de llevar días postrado en cama, abrió los ojos y sintió como sus fuerzas estaban renovadas. Ante la sorpresa de sus padres, saltó de su cama y salió corriendo hacia el exterior. Cada gota de lluvia en su pálido rostro, lo hacía sentir revitalizado, tanto que no dudo en ponerse a bailar y jugar bajo la lluvia. Sus padres, contemplaban en silencio desde su casa el actuar de su hijo. Se sentían alegres de que se sintiese mejor, sin embargo, eso no dejaba de preocuparlos.

¿Tendría esto algo que ver con que su hijo hubiese llegado a ellos en medio del invierno? Ellos veían que su carita estaba siempre pálida, tan pálida que no parecía que él tuviera una gota de sangre, pero pese a ello, sus ojos celestes brillaban como estrellas pequeñas. ¡Y su sonrisa! Cuando sonreía se iluminaba la casita como un regalo del cielo.

Estaban preocupados pero la alegría de Viktor era la alegría de ellos por lo que decidieron no pensar en el asunto por el momento. Sólo querían que su hijo siguiera creciendo sano y fuerte.

--**--

Vivieron juntos y pasó el tiempo. La pareja de ancianos nunca se regocijaba lo suficiente en su hermoso hijo, regalo de los dioses.

Un día, la anciana le dijo a Viktor:

—Mi hijo querido, ¿por qué eres tan tímido? ¿Por qué no haces más amigos?, siempre estás con nosotros, los viejos, y debe ser algo pesado para ti. ¿Por qué no sales y haces más amigos? Tú no debes pasar todo tu tiempo con nosotros en tu joven edad. Necesitas salir y conocer más del pueblo.

—No tengo ningún deseo de salir, madre mía, —respondió Viktor tranquilo —. Estoy feliz aquí con ustedes.

Los días transcurrían en la pequeña casita y sus alrededores. Viktor aprendía todo los que sus padres podían enseñarle pero la curiosidad ante la mención del pueblo, nuevamente empezó a crecer en sus pensamientos y con él, llegaron los recuerdos.

Tenía cumplidos 16 años.





Un día, el carnaval llegó al pueblo.

Las calles estaban llenas de bailarines, cantantes y bufones, con cantos desde la mañana temprano hasta tarde en la noche. Los colores vivos, las personas extranjeras, los mercaderes, vendedores y la alegría infinita llenaban el pueblo. Viktor vio los festejos a través de los cristales de las ventanas poco congeladas de su casa a lo lejos. Las preguntas, la curiosidad por lo nuevo, se reflejaban en sus hermosos ojos que no dejaban de contemplar aquellas alegrías en el pequeño pueblo. Vio ... y finalmente, no pudo resistir más. Le dio un beso en la frente a su madre, que silenciosamente había intuido aquello, se puso un abrigo ligero, cubriéndose su cabeza con un pequeño gorro y salió a la calle para unirse a la multitud.



--**--

En el mismo pueblo donde ahora se llevaba el carnaval, vivía una joven llamada Natalya. Ella era una verdadera belleza, con las cejas oscuras como las alas del cuervo, piel blanca como la leche, labios arqueados y rojos como la sangre.

Natalya no era ninguna joven de alcurnia pero era de lejos, la muchacha más hermosa del pueblo; su mano era disputada por varios jóvenes para pedir en matrimonio, sin embargo, ella no aceptaba a ningún pretendiente. Era ambiciosa de corazón y sabía que ella, merecía algo aún mucho mejor, algo quizás incluso digno de la realeza.

Con el carnaval, un rico comerciante llegó al pueblo. Su nombre era Mijail, era un joven muy apuesto, alto y varonil. A pesar de provenir de una familia cuantiosamente rica y vivir con opulencia, Mijail tenía un espíritu inquieto y era lo que lo había llevado a ser comerciante. No quería vivir en una casa rodeada de lujos, su espíritu le llevaba a querer nuevas aventuras en sus viajes. Al llegar al pueblo, se impresionó con el ambiente alegre y festivo, sintió que no se había equivocado al conocer aquel nuevo lugar. Al acercarse hacia donde la música sonaba más fuerte y las doncellas bailaban al ritmo de esta, sus ojos visualizaron a Natalya por primera vez, siendo correspondido su mirar y en ese preciso momento, el gusto floreció en ambos corazones el instante que cruzaron miradas.

Mijail tenía un plan trazado en su viaje pero canceló aquello y se quedó en la aldea, llamó a todos los jóvenes y doncellas para invitarles frutos secos y pan de especias. Su mirada no se despegaba de la muchacha que capturó sus ojos desde que llegó a aquel pequeño pueblo. En el primer baile que pudo, bailó con Natalya y todas las sonrisas que le brindó a la joven, fueron correspondidas. Mijail no sabía que Natalya no era nada tímida, era un tanto insolente y nunca rechazaba una invitación a bailar o pasear.

A partir de ese momento, Mijail nunca abandonó la ciudad, y, cabe decir, que pronto se convirtió en el amante de Natalya.

Natalya pronto se volvió la reina de la ciudad, paseándose en terciopelosy las sedas que Mijail le regalaba, sirviendo vinos dulces a los jóvenes y lasdoncellas de vida alegre.    




**isba: casa rústica de madera.


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¡Hola personitas bonitas! 

Desde que vi ese arte oficial de Viktor vestido con el caftán celeste, busqué el origen  y llegó a mi la leyenda de Snegurochka. Me quedé con la historia en la cabeza y decidí hacer mi versión con tintes de la leyenda original.

Espero que les guste mucho, le puse empeño y cariño a esta historia corta que de hecho, está terminada, pero no voy a subir todo ahora. >:3

No olviden dejar su estrellita y cuidarse mucho.

Sobretodo al cocinar o podrían perder un pedazo de dedo(?) como me pasó hoy._. xD

¡Gracias por sus lecturas! Nos vemos pronto con el próximo capítulo<3

A  Snow Tale [Victuuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora