Intercambio de palabras

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En sus 17 años de existencia había pasado por todo tipo de situaciones, desde las más sencillas hasta las más complejas, había experimentado la felicidad y la tristeza extrema, conocía lo que era el cariño de la familia y el dolor de perderla. Sabía lo que era tener valiosos y maravillosos amigos, y la amargura de tener que enfrentarse a ellos.

Cuando se enfrentó a Hakuryuu, sabía que ambos peleaban para tratar de hace realidad sus ideales, también sabía que su amigo tenía la intención de matarlo, es por eso que en su último golpe dio todo de si para detenerlo, si mal no recordaba le había cortado las piernas, pero también recordaba que su amigo lo había atravesado con su lanza.

Y luego... nada

Pero no había que ser demasiado listo para saber lo que había ocurrido. Hakuryuu había ganado... y el había dejado completamente solo a Aladin.

No decía que su amigo no pudiera darles pelea, el sabia mejor que nadie hasta donde llegaba la poder de su amigo, pero sabía que nuevamente le había fallado, ahora nunca podría volver con él para vivir un sinfín de aventuras y recorrer el mundo juntos.

...

Se sentía patético.

Alibaba se entristeció, si lo pensaba detenidamente, ahora que no había podido detener a su amigo era probable que hubiese una guerra entre los príncipes del imperio Kou.

Era probable que Kougyoku tuviese que pelear y en el peor de los casos ver morir a alguno de sus hermanos. Sabia de las capacidades de Kouen, pero también sabía que Sinbad no se quedaría de brazos cruzados, ya que después de todo una guerra así sería su oportunidad para derrocar Kouen Ren.

Ahora realmente se sentía inútil.

.

.

.

El cómo había llegado a ese lugar lo relacionaba con la habilidad de Bellial, pero aun así sonaba bastante imposible el hecho.

En ese mismo lugar estaba una persona impresionante, más que una persona, era casi considerada un Dios... era Solomon, y no era solamente eso, sino que también era el padre de su mejor amigo. Sinceramente no sabía cómo actuar enfrente de él.

Ahora se encontraba sentado, aunque en realidad no sabía si lo estaba, todo el lugar no parecía tener un "arriba y abajo", solo parecía un enorme cuarto blanco, por lo que en realidad más bien se sentía que estuviese flotando. Si era sincero, en no le interesaba saber en qué lugar se encontraba, lo único que quería saber era si había forma de regresar con sus amigos.

Pero... tampoco se atrevía a preguntarle nada a su acompañante.

Era demasiado como para que el tratara con eso, ¿Cómo se supone que debería de hablarle?, si bien él nunca ha sido bien conocido por respetar la autoridad o los rangos, en estos momentos estaba hablando de Solomon, la persona que se unió con el Illah y trato de reivindicar el mundo, e incluso si pasara por alto eso, era el padre de su mejor amigo, por lo que sentía que le debía respeto, de hecho se sentía bastante cohibido. No quería decir nada que lo hiciera sonar como tonto.

El peso en su espalda lo sorprendió.

Solomon se había sentado también solo que contra la espalda del menor.

-Dime Alibaba ¿Cómo llegaste aquí?

La pregunta le sorprendió, sin embargo no quería decirlo, aunque había rememorado su batalla con Hakuryuu varias veces, no quería decirlo en voz alta, le daba miedo ya que era como reafirmar que estaba... muerto.

Un pequeño mundo para tiWhere stories live. Discover now