Un pequeño mundo para ti

Nuestro pequeño mundo

Alibaba se consideraba una persona bendecida, había conocido a maravillosas personas, tuvo maravillosos amigos, y vivió gloriosas aventuras. Su regreso 3 años después de su "muerte" fue algo que sorprendió a todos, sin embargo todos podían notar lo mucho que había cambiado, tan solo su mirada ya no era la misma de siempre. Tenía ideales más definidos e incluso su fuerza parecía más marcada.

Pocos supieron lo que hizo Alibaba durante esos 3 años en los que estuvo muerto, de hecho se lo conto solo a sus amigos más cercanos, pero curiosamente, solo les contaba lo que había vivido cuando se encontró a Judal en su camino, antes de eso no contaba absolutamente nada, a veces daba pequeños comentarios que parecían referirse a lo que había pasado antes, pero en realidad nadie tenía idea. El único que podría decir que tenía una pequeña idea era Aladin, ya que en una ocasión Alibaba le había contado algo sobre una dimensión y la forma en que se podía dar forma a los pensamientos, pero de ahí en fuera no sabía más. Lo único que el magi sabía con certeza, era que lo que fuera que hubiera pasado o donde fuera que había estado su amigo, eran memorias demasiado preciosas que quería guardar para el mismo.

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Peleas, enfrentamientos, reencuentros y nuevas amistades, fueron unas de las muchas cosas que tuvo que vivir Alibaba después de haber regresado de la muerte. Esta vez el ya no se lamentaba ni tenia desconfianza, sino todo lo contrario, parecía sin duda alguna ser una persona que poseía una inmensa fortaleza y confianza.

Tuvo que confrontar a Sinbad para esclarecer sus verdaderas intenciones junto con las de David.

No dudo al momento de ayudar al imperio Kou a renacer de las cenizas.

Su reencuentro con sus queridos amigos Aladin y Morgiana tardo mucho más de lo que pensaba, pero se dio cuenta de que sin duda alguna ellos ya habían trazado su propio destino, por ese motivo decidió seguir adelante, cumpliendo el suyo.

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Después de que todo termino, cuando por fin todos podían decir que nunca más alguien trataría de causar desequilibrio al mundo, ese día Alibaba desapareció.

Todos se sorprendieron, el había sido constante en todas las acciones que habían llevado a ese desenlace, sin embargo, de un momento a otro simplemente desapareció. Al principio algunos quisieron buscarlo, Aladin y Morgiana lo hicieron por algún tiempo, sin embargo después pararon. No fue porque se hubieran rendido, fue porque Kougyoku se los había pedido.

Obviamente al principio se sorprendieron de tal petición, pero se sorprendieron cuando Kougyoku les conto que ella también al principio deseaba buscarlo, pero fueron las palabras que su querido hermano mayor las que la detuvieron.

"Desde que regreso el ya no pertenecía a este mundo, no lo digo porque estuviese muerto, sino porque en su mirada se veía que anhelaba otro lugar, un lugar que parecía estar más allá de este mundo. Creo que el simplemente termino aquí lo que debía hacer y ahora recorrerá un sinfín de caminos hasta que dé con el lugar en el que desea estar"

Fue difícil para Aladin y Morgiana, pero después comprendieron que su búsqueda era simplemente inútil. Alibaba esta vez no iba a regresar.

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Después de tanto tiempo, se pudieron haber dicho cualquier cosa, también pudieron haber llorado de felicidad, o incluso pudieron haber corrido para fundirse en un tierno abrazo.

Pero no.

Después de tanto tiempo, como otras veces, Solomon se encontraba recostado en la sombra del árbol que ya hace mucho tiempo había creado, cuando escucho como unos pasos se acercaban a su dirección no abrió los ojos.

-¿Cuántas aventuras tuviste?

-Tantas que no terminaría de contártelas en toda una vida.

Esta vez Solomon abrió los ojos y con su mano invito a su visitante a que se sentara a su lado.

-No te preocupes, tengo tiempo.

Después de tanto tiempo el peli azul volvía a ver aquella sonrisa que había extrañado por mucho, mucho tiempo. Cuando sintió la calidez del otro al sentarse a su lado, no pudo evitar esbozar una sonrisa.

-Me pregunto en cuantos mundos has brillado para darles vida nuevamente.

Alibaba sonrió y con un ligero sonrojo le contesto.

-En los suficientes para darme cuenta que el único mundo en el que deseo estar es en el tuyo.

-Querrás decir en el nuestro.

-Cierto... en nuestro pequeño mundo.

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Gracias por leer

aiculpp