El color del cielo refleja los sentimientos de quien lo está mirando.
X.
ABIGUEY SMITH.
Las materias que llevaba por mi carrera no estaban tan pesadas gracias al cielo. Las 5 clases que tuve en el día fueron pan comido para mi entendimiento. No pude evitar sentir esa pequeña pizca de emoción por lo bien que iba el día.
Justo ahora me encontraba caminando hacia la cafetería donde había quedado con las chicas en reunirme en la hora del descanso, no sin antes pasar por los nuevos libros que usaría a mi casillero. Saqué el grueso libro de neurobiología, cerré el casillero y me giré para retomar mi rumbo, pero al sentir un leve golpe en mi frente –gracias a que había chocado con alguien– paré en seco.
Froté levemente la zona adolorida y miré a la persona que tenía enfrente mío. Una chica rubia, con unos ojos verdes claros y una nariz respingada me miraba con asombro, casi como si hubiera visto un fantasma.
—¿Estás bien? –pregunté al ver que no decía ni una palabra.
—¿Abi? –su mirada pasó de confusión a asombro al verme– ¡Abiguey!
La chica se abalanzó contra mí y me dio un fuerte abrazo, incluso llegué a pensar que terminaría asfixiándome si no se alejaba lo antes posible.
—Hola –sonreí apenada– ¿Quién eres?
—Casi lo olvidaba –su mirada reflejó tristeza y cierta nostalgia al ver que no la reconocí al instante– Soy Ellie Clifford, fuimos mejores amigas antes de tu accidente.
Abrí mis ojos con sorpresa. ¿Había tenido una mejor amiga antes del accidente? Sé que todo el mundo la tiene en estos tiempos, pero ¿por qué nunca mis padres me dijeron nada sobre ella?
—No te recuerdo, lo siento.
—Lo sé, lo sé. Tus padres se encargaron muy bien en dejar tu vida pasada atrás –pude ver cómo sus ojos verdes se cristalizaban a medida que recordaba, pero ella se encargaba de parpadear varias veces para no echarse a llorar.
—Supongo que se les olvidó mencionarte, es complicado volver a explicar una vida entera después de todo –intenté sonreír para transmitirle confianza, pero al ver que su estado de ánimo seguía igual decidí cambiar de estrategia–: ¡Hey, vamos! A lo mejor si pasamos tiempo juntas pueda tener algunos recuerdos nuestros. ¿Te parece si me acompañas a comer junto a mis amigas?
—Me encantaría –Ellie acomodó su mochila y sonrió ampliamente– Vamos.
Asentí y ambas caminamos hasta la cafetería en una charla muy animada. Verla despertó mi lado curioso, le pedí que me dijera los momentos que pasábamos juntas cuando vivía aquí, y al parecer era todo el tiempo; incluso me llegó a contar las bromas que le hacíamos a las chicas que intentaban meterse con alguna de las dos. Al parecer ambas fuimos como hermanas, nos cuidábamos una a la otra. No sabía que había sido una persona importante para Ellie, no hasta que me narró los hechos de aquella noche del accidente. Cuando se enteró que había entrado en coma y que había perdido la memoria lloró desconsoladamente al saber las condiciones de su mejor amiga. No entiendo por qué aquella vez mis padres no la dejaron verme, le dieron la excusa de que querían que iniciara una nueva vida donde incluía dejar atrás a mis amistades. Y conociendo a mis padres los creía capaces de eso y más.
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MÁS ALLÁ DE TUS OJOS
Teen Fiction"El pasado siempre será parte de tu presente; aunque intentes huir de él, siempre habrá algo que te regrese al mismo", fueron las palabras que mi madre me dijo antes de marcharse por aquella puerta principal de la casa. Me gustaba creer que era un...