No debemos tener miedo a equivocarnos. Hasta los planetas chocan, y del caos nacen las estrellas.
CHARLES CHAPLIN.
ABIGUEY SMITH.
No sé qué fue lo que pasó a continuación, lo último que recuerdo es haberlo visto todo negro. Ahora que había abierto los ojos estaba más confundida de lo normal; miré atenta a mi alrededor y no tardé en reconocer el lugar en el que estaba. Aún me encontraba en la fiesta y esta era la habitación donde había visto la verdad.
Verdad. Ya ni siquiera sé si alguna vez podré saberla del todo.
Me levanté despacio de la cama, soltando un leve quejido por el dolor punzante que sentí en la cabeza. Debí de haber perdido la conciencia y Matthew no pudo haberme alcanzado, de no ser así no me estuviera sintiendo tan adolorida.
La puerta de la habitación abrirse fue lo que hizo que olvidara por completo el dolor punzante que estaba sintiendo en la cabeza. Una Amy preocupada entró por ella con una bandeja en mano.
—Despertaste –la sonrisa de alivio que tuvo en su rostro al verme despierta me obligó a asentir sonriente– Te he traído el desayuno.
—¿Desayuno? –abrí mis ojos con asombro y miré hacia la ventana, donde podía asomarse la luz del Sol– ¿Cuánto tiempo he estado así?
—Solo un par de horas. Matthew vino muy preocupado anoche a decirnos lo que te había pasado. Todos estábamos realmente preocupados.
—Gracias. Lamento haber arruinado la fiesta.
—No lo hiciste, en realidad fue Matthew quien la dio por finalizada en cuanto se desesperó porque no despertabas –rió y se acercó a mí con la bandeja, extendiéndomela.
—¿No tiene paciencia? –alcé una ceja y tomé la la bandeja entre mis manos.
—Un poco, nada más.
Asentí y comencé a comer en lo que Amy me relataba la noche anterior. Me contó que Luke se comportó diferente con ella, siendo así más caballeroso, lindo, atento y demás. Incluso la defendió de un tipo que quería sobrepasarse con ella estando bajo el alcohol. Me preocupé un poco por mi amiga al enterarme que casi abusaban de ella, pero me relajé después. Qué suerte que Luke la acompañó a escondidas hasta el baño, pues según él, no quería parecer un acosador o algo así.
Siguió narrándome los hechos hasta que los chicos aparecieron por la puerta con sus ceños levemente fruncidos.
—¿Cuándo ibas a decirnos que despertó, Seller? –regañó Keila.
—Lo siento –Amy se sonrojó y sonrió apenada– He entrado y la he visto despierta, le di la bandeja y luego nos pusimos a charlar.
Los chicos asintieron y sonrieron. Se acercaron a mí y comenzaron a decirme que les había dado un susto horrible y que evitara hacerlo de nuevo. No es como que haya elegido desmayarme ¿verdad? Pero según ellos fue lo que hice.
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MÁS ALLÁ DE TUS OJOS
Teen Fiction"El pasado siempre será parte de tu presente; aunque intentes huir de él, siempre habrá algo que te regrese al mismo", fueron las palabras que mi madre me dijo antes de marcharse por aquella puerta principal de la casa. Me gustaba creer que era un...