Leather

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No es que no hubiesen querido probar, de hecho en una ocasión casi lo lograban pero definitivamente la casa de Asuna no era el lugar apropiado. Habian acordado que ella se trasladaria a la casa de Kazuto ya que su hermana estaría de viaje con el club de kendo.

Habian hecho el amor online, era increible Kazuto siempre regresaba y notaba la humedad de su clímax en la ropa y Asuna debía bañarse a discreción y guardar muy bien la ropa después de cada sesión pero hacerlo en el mundo real debía ser diferente, poder tocarse, sentirse y acariciarse en un plano tridimensional era lo que debían descubrir.

Estaba muy nervioso, lo tenía todo preparado había ido a la farmacia por condones, lubricante por si acaso, cambio las sabanas, puso las cortinas oscuras, aspiro la habitación, el lugar estaba listo. Cuando el timbre sonó su corazón se hizo un nudo en su pecho, tomó aliento y camino hacia la puerta.

- Hola - dijo nervioso

- Kirito-kun, buenas noches. Disculpa la intromisión

Sauna venía envuelta en un abrigo blanco y una bufanda color coral, los colores claros eran sus favoritos de hecho caí siempre se le veía con ropa blanca o rosada, sin embargo cuando Kirito le ayudó a quitarse el abrigo pudo ver que Asuna traía puesto un traje negro bastante ajustado, los hombros descubiertos, las largas piernas envueltas en un par de botas negras, incluso tenía una especie de capa pero lo que terminó de agolpar toda la sangre de Kirito en su entrepierna fueron los vivos rojos del traje, las líneas acentuaban las curvas de la cintura, los seno y los glúteos.

No lo pensó la tomó entre sus brazos y comenzó a besarla con pasión, Asuna apenas y tuvo tiempo de reaccionar y atino a caer sobre la parte del suelo que tenía alfombra, Kirito la mordía y la lamia en todas las partes expuestas del traje, metía sus manos bajo la falda para acariciar los músculos y darse cuenta que Asuna no llevaba bragas, metió sus dedos entre las piernas de Asuna y sintió su humedad en las manos.

Las rápidas manos de Asuna se deshicieron de la camisa y los pantalones de Kirito cuya ropa interior dejó a la vista una muy crecida erección que se estableció entre los muslos de Asuna, quien le arrancó la ropa interior y lo guió hacia ella en un intento desesperado de sentirlo en todo su cuerpo.

Kirito la desnudaba y se daba cuenta que el traje negro lo excitaba sobremanera, la textura plástica y las partes de piel, los vivos rojos, el hecho de que no llevara ropa interior, esta era la Asuna que el quería conocer hacía ya tiempo, la Asuna capaz de llevarlo al límite sin siquiera decir una palabra, la amaba con todo su ser y su cue expresaba ese amor, podía sentir a Asuna debajo de él y con cada embestida se sentía absorbido en su cuerpo.

Asuna cambio la posición de repente y Kirito se quedó bajo ella, lo dominó de tal forma que nunca hubiese pensado que esta era la segunda vez de la chica en el mundo real, el traje aún estaba en ella pero dejaba los senos y el abdomen a la vista y la falda le cubría los muslos así que Kirito no podía ver como Asuna engullía su miembro con cada sentada, arremetía con fuerza y el cuerpo de Asuna se estremecía en cada movimiento, cuando su rostro se crispó en un gesto conocido, Kirito la llenó de su líquido y ella soltó un gemido que no había escuchado antes.

Cansada Asuna se recostó a un lado de Kirito aun con la ropa de cuero puesta, los senos y un liquido blanco escurriendo de entre sus piernas.

- ¿Donde conseguiste ese traje? - preguntó el espadachín negro jadeante

- Por ahí - le respondió Asuna divertida - pensé que te gustaria

- Me encanto

La abrazó y le llenó de besos el rostro, las cosas no habían ido como había planeado, de hecho recordó que lo improvisado les iba mejor a ambos desde el día en que se conocieron. 

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