Hair

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Corría a la Universidad, se le estaba haciendo muy tarde, había perdido el tren en la mañana y no podía sacarse de la cabeza que era ese cabello castaño iba a ser su perdición, es que era perfecto, suave o al menos eso parecía. Solo había tenido cuatro días con Makoto y ya estaba intrigado por su personalidad, cuando estaban en la preparatoria estaba tan centrado en Rin que no miraba a nadie más alrededor, sin embargo Rin estaba haciendo su vida con Haru y valdría decir que Makoto estaba feliz por su mejor amigo.

Al principio había creído que quizás Makoto estaba herido también, de hecho al principio el dolor de haber perdido a Rin lo había acercado a Makoto pero había dos opciones: o Makoto nunca había estado interesado en Haru o sabía esconder muy bien sus sentimientos, fuera como fuera Makoto era el alma más noble sobre la tierra, lo había escuchando sin juzgarlo, lo había aceptado en su apartamento y jamás mencionó nada sobre la renta, lo dejo dormir por días y lo cuido en su depresión, saber que Rin no volvería a sus brazos lo había destrozado por completo.

Al llegar a la Universidad, divisó a lo lejos a alguien con el cabello castaño igual que Makoto, corrió para alcanzarlo pero lo perdió entre una multitud de chicas que le impidió el paso. Se paró a pensar que era imposible, estaba en el descanso de verano y Sousuke se había inscrito a este curso especial para mantenerse ocupado. Las seis horas de clase pasaron con lentitud mientras Sousuke rememoraba la vez que Makoto realizó un intento de sopa cuando estaba con gripe, no era la mejor en realidad Makoto tenía nulos talentos culinarios pero lo había cuidado poniéndole paños fríos en la frente, había preparado té y aunque se había quedado dormido en la silla antes que Sousuke pero la intencion era lo que contaba.

Al salir para tomar el tren reviso su celular y habia un mensaje de Makoto " Llegare un poco tarde debo comprar comida para Kokoa, nos vemos mas tarde" sonrió, la gatita de Makoto había resultado ser muy agradable de hecho era como Makoto en muchas maneras, quizá debería ir a comprar algo para la cena, era viernes así que algo para llevar estaría bien, una pizza quizas seria buena idea, no necesitaban platos así que nadie tendría que lavarlos después.

Su atención fue rota por una cabellera castaña ondeando cerca, el color era el mismo pero el aroma era demasiado...¿Jazmines? no, esa larga cabellera tenía por dueña a una chica de unos 16 años que corría para alcanzar el bus. Era del mismo color, pero no era el. ¿Hacia cuanto había empezado a pasar esto? No era muy consciente de lo que estaba pasando pero tampoco se sentía tan mal, de hecho pensar en Makoto siempre terminaba haciéndolo sonreír.

Tenía que hacer algo de fila para comprar la pizza y estaba mirando su celular cuando alguien lo golpeó de frente y al dirigir la mirada hacia arriba se encontró con unos ojos verdes enmarcados por un flequillo castaño. Sosuke dio un paso atrás para tener perspectiva y el joven dueño de aquellos ojos verdes se disculpó por su torpeza mientras se iba prácticamente corriendo a la salida. ¿Que le estaba pasando?

Al llegar a casa Makoto aun no estaba ahí, Kokoa lo saludo enredándose entre sus piernas y Sousuke se dirigió a la cocina, ya era tarde estaba cansado pero necesitaba ver a Makoto algo en su interior se removía y no lo dejaba estar en paz, quizá eran nervios hoy habia visto a Makoto en todos lados, sus ojos, su cabello, ese cabello...ni siquiera tenía una forma definida, nunca lo habia tocado...ahora que lo pensaba nunca había tocado a Makoto, ni siquiera un apretón de manos.

Cuando la puerta de la casa se abrió, el corazón de Sousuke se aceleró.

- Bienvenido - dijo desde la cocina

- Estoy en casa - respondió Makoto quien se quitaba los zapatos

Sousuke se acercó, lentamente y quedó frente a Makoto quien sonrió, esa sonrisa tan pura llenaba el interior de Sousuke de una sensación nueva, diferente y cálida. Levantó su mano para acariciar la cabeza de aquel nadador que fuese su rival hace no mucho, Makoto no rechazó la caricia, cerró sus ojos y dejo que la mano de Sousuke aferrara su cabello.

- Quedate conmigo - susurro el pelinegro mientras lo abrazaba y aspiraba el aroma de su cabello

- Estoy aquí

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