Capitulo 38

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Lo ultimo que sentí fue un piquete en mi brazo y luego todo se apago, Alyosha me tenia entre sus brazos y me mecía a la vez que los calmantes hacían efecto en mi. 

Después de que el doctor nos diera la noticia del robo de mi bebe me puse como loca, comencé a desconectar todo lo que se encontraba a mi al rededor, Alyosha corrió a abrazarme mientras que el doctor con ayuda de las enfermeras tomaba bruscamente mi brazo y me inyectaba un liquido. 

Poco a poco fui despertando, las luces de mi habitación estaban apagadas, pestañee varias veces para acostumbrarme a la obscuridad, vi a varios puntos de la habitación pero al parecer no había nadie. 

Sabía lo que tenía que hacer.

Me levante con cuidado por si los calmantes que me pusieron me durmieron partes que necesitaba usar ahora mismo. Primero un pie y luego el otro, me levante de mi camilla hasta que recordé el suero que tenia en la intravenosa, con todo el dolor del mundo lo arranque, el ardor que me causo fue tan fuerte que no pude evitar soltar unas cuantas lagrimas. 

Camine lentamente al pequeño armario que estaba en una esquina de la habitación rezando porque hubiera algo de ropa para mi. Al abrir la pequeña puerta de madera no pude evitar llorar, ahí estaba la maleta color amarillo que Alyosha y yo habíamos preparado con tanto amor para nuestro hijo o hija.

Rápidamente me limpie las lagrimas, al fin sentía eso que muchos llaman 'instinto de madre' y creía saber donde estaba mi bebe ahora mismo, no podía esperar a que alguien hiciera algo, era mi hijo y yo misma debía de rescatarlo. 

Junto a la pequeña maleta amarilla se encontraba una bolsa donde al parecer colocaron lo que usaba el día que di a luz, cruce los dedos mentalmente para que aquí se encontrara mi celular, si quería buscar a mi hijo necesitaba ayuda. 

Me cambie lo mas rápido que pude, cuando sentí como mi móvil vibro sobre la encimera del baño, la pantalla se ilumino con un mensaje que decía " Estoy abajo".

Tome de la maleta amarilla el pequeño gorro de color gris que Alyosha le regalo a nuestro hijo cuando cumplí los 8 meses, lo puse entre las bolsas de mi sudadera y me coloque el gorro que tenía esta.

Salir del hospital fue más difícil de lo que creía al parecer la noticia de que mi hijo había sido sustraído fue muy impactante ya que todos estaban enterados de ella y había muchas personas intentando dar con su paradero. Alyosha había ofrecido una recompensa a cambio de información.

Ahora mismo estaba saliendo por la parte trasera, estaba algo nerviosa, hasta que escuche el claxon de un auto llamarme, alce mi vista y lo vi ahí dentro del auto, Scott se veía tan guapo como siempre, sin embargo ahora eso me importaba muy poco.

Corrí y me subí al auto, todo el camino estuve muy callada intentando que haría si mis sospechas eran ciertas. Tal vez hasta el momento me había portado muy cobarde pero ahora debía ser valiente por mi hijo.

Tome una ultima bocanada de aire muy profunda en cuanto Scott estaciono el auto afuera de la que fue mi casa cuando aun era una niña muy pequeña "Gracias por traerme aquí, no es necesario que entres conmigo" la verdad quería no quería exponer a nadie mas con este asunto.

Scott se aclaro la garganta antes de hablar "Anna, no se porque me pediste que te trajera hasta aquí,  después de la noticia de la perdida de tu hijo todos están vueltos locos, pero quiero que sepas que te apoyo en todo, si necesitas entrar ahí por la razón que sea yo mismo entrare contigo, porque te amo" Scott se acerco demasiado a mi.

Su cercanía me ponía nerviosa, no por lo que paso, si no porque de una forma u otra yo nunca sentí nada por el. Justo cuando su boca estuvo a punto de tocar la mía, su puerta se abrió bruscamente y unos brazos que reconocí al instante la tomaron con fuerza sacándolo del auto muy bruscamente.

Alyosha se encontraba sobre Scott golpeándolo, no tenía tiempo de separarlos así que corrí adentro de mi antigua casa, una vez al entrar muchos recuerdos de mi infancia llegaron a mi, la chimenea estaba encendida lo cual debía significar que mis sospechas eran ciertas ella se robo a mi hijo. 

De una forma u otra mi sueño había sido premonitorio. Ahora tenía que saber ¿Porque?

Poco a poco camine hacía la que había sido mi habitación, muchos muebles seguían en el mismo lugar incluso seguían en el piso algunas de las cosas que mi madre puso como obstáculo para que los cazadores llegaran a nosotros. 

Un pequeño llanto me sobresalto recordando a que venía aquí, a grandes pasos llegue a la que fue mi habitación en una esquina de esta se encontraba una pequeña cuna improvisada, un pequeño bulto azul se removía. 

Justo cuando destape su carita vi que se trataba de mi hijo. Lo tome entre mis brazos dispuesta a salir de ahí con el pero tal vez la vida tenía otros planes para mi, lo único que pude hacer fue abrazar muy fuerte a mi hijo cuando el primer disparo salio de la pistola que mi tía Ayleen sostenía y me seguía apuntando desde la entrada de la habitación.

Seduciendo al Alfa (Luna Roja)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora