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El don indeseado y el accidente en el zoológico

El don indeseado y el accidente en el zoológico

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- ¡Rowen! - un grito rompió el silencio de la mañana, cualquiera que estuviera pasando por la acera de esa solitaria calle hubiera pensado que se trataba de una explosión.

La niña tomo eso como su señal para salir corriendo y buscar un escondite lo más pronto posible. Su cabello castaño volaba detrás de ella, mientras corría empujando a cualquiera que se cruzara en su camino, abrazo fuertemente el libro que llevaba y había tomado "prestado" de la biblioteca de Aggie. Pronto sus ojos visualizaron su salvación: la puerta de la cocina.

Acelero su paso, ansiosa de poder salir y perderse un rato entre las páginas del mágico libro. Esperando que a su regreso Aggie ya hubiera olvidado su enojo con ella.

Solo a unos pocos metros para llegar a la puerta alguien le puso zancadilla y ella termino cayendo fuertemente al piso. Adolorida se hinco en sus rodillas y volteo a ver a la persona que había evitado su huida: Sarah.

Sarah, era una niña dos años mayor que ella cuyos padres habían muerto por sobredosis, ella como muchos fue a parar ahí luego de pasar meses en casas acogidas. Tenía el pelo encrespado y de color castaño, la piel tostada y unos grandes ojos marrones. Era alguien muy dulce y agradable, con todos excepto ella.

Y Rowen no sabía que había hecho para ganar su odio. Siempre la había tratado bien y con respeto, aun a pesar de que la niña no dejara de señalarla como un fenómeno. Echándole la culpa de cada cosa extraña que sucedía alrededor. Aunque la mayoría del tiempo si era su culpa.

Se puso de pie y se llevó una mano a su rodilla adolorida, enseguida se dio la vuelta y agacho para recuperar el libro por el cual había empezado su escape, pero justo cuando sus dedos rozaron el libro alguien más se adelantó y lo tomo.

Levanto la mirada y horrorizada miro como Sarah sostenía el libro. Sarah era muggle y los muggles no entienden y temen a lo desconocido. Sarah no podía ver el contenido de ese libro.

Se acerco a ella con intenciones de arrebatarle el libro, sin embargo, la mayor aprovechándose de la poca estatura de Rowen, lo alzo fuera de su alcance.

-Criaturas fantásticas y donde encontrarlas...-leyó el titulo con dureza, echándole una mirada asqueado a la niña y al libro.

Sarah sabía que algo andaba mal con Rowen, la forma en que siempre estaba presente cuando algo extraño pasaba, a veces la veía hablando solo, como no tomaba clases con los demás y en cambio se la pasado leyendo libros con títulos extraños. Rowen era un fenómeno, una atrocidad de la naturaleza, ella ya había conocido a otro igual que Rowen y sabía que esa clase de personas era insectos que ensuciaban la sociedad.

Rowen Lynch and the Philosopher's StoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora