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La tormenta luego de la luz

Luego del incidente de la boa, los encargados del zoológico obligaron a todos los visitantes a evacuar

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Luego del incidente de la boa, los encargados del zoológico obligaron a todos los visitantes a evacuar.

Decir que Rowen no se resistió está de más. Aquel animal la aterraba, aun podía escucharla arrastrarse por en medio de su pierna y sentir golpe con la punta de su cola que le dio en la pierna. Además, ya estaba demasiado abrumada luego de ver a tantas personas con un listón rodeándoles el cuello.

A diferencia de la ida, el viaje en la camioneta de regreso fue silencioso.

Los ojos color tormenta de la niña se cerraban casi por si solos y lo único que podía cruzar por su cabeza en ese momento era darse un buen baño, arroparse delante de la pequeña chimenea- que Aggie había mandado a poner en su cuarto- y dormir un rato.

Mientras el sueño la consumía no fue capaz de ignorar la sensación de una mirada insistente sobre ella. Creyó que se trababa de Aggie, así que no le tomo importancia, pero si tan solo hubiera volteado en ese momento se habría dado cuenta de que en realidad se trataba de Sarah.

Tal vez así hubiera podido evitar lo que sucedió.

Devuelta en el orfanato poco a poco bajaron de la camioneta y fueron entrando al edificio para luego ir al comedor a saciar su hambre.

Sin embargo, Rowen a diferencia de los demás se dirigió a su habitación.

Llego a su puerta y miro a ambos lados antes de abrirla, respiro tranquila cuando vio que todo estaba justo como ella lo había dejado.

Su cuarto era como su refugio.

Ahí afuera todo era muggle, no existía la magia y las criaturas que tanto amaba únicamente eran parte de los cuentos de fantasía, pero aquel pequeño lugar le pertenecía.

En ese lugar nunca la llamarían fenómeno, se podía mostrar cómo era sin miedo de que alguien que no debía verla, la viera.

Tomo una manta y su preciado libro y los coloco frente a la pequeña chimenea.

Se arrodillo en el piso buscando las golosinas que guardaba bajo la cama, cuando escucho como alguien entraba a la habitación.

Se volteo lentamente y su respiración casi se corta cuando vio a Sarah parada en medio de su habitación.

Dentro de su refugio.

Noto como la niña veía todo con curiosidad y un brillo en los ojos que Rowen no reconoció, antes de dirigir su mirada a ella, quien no se había movido desde que noto su presencia en su habitación.

Rowen Lynch and the Philosopher's StoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora