Aun sin haber nacido Rowen fue rechazada por la familia de su padre.
Cuando apenas tenía un año sus padres murieron y ella fue maldecida.
Cuando tenía tres cosas extrañas empezaron a suceder a su alrededor.
A los ocho hizo volar contra una pared a u...
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Dos semanas después Rowen despertó cuando el sol aun no salía, no podía parar de caminar por su pequeña habitación y revisaba cada 5 minutos el baúl para estar segura de tener todo lo necesario.
Una vez lista esa parte de su equipaje volteo a ver la jaula de Pickles, que aún se encontraba vacía.
Bajo al primer piso de orfanato y salió el patio, en busca de Pickles.
- ¡Pickles! ¡Pickles! -gritaba lo más fuerte que sus pulmones le permitían, siguió así por unos minutos sin ver señales de la lechuza cuando sintió que algo la golpeaba en la parte trasera de la cabeza.
-Auch-exclamo volteando a ver que es lo que la había golpeado.
Una chancla.
- ¡Ya cállate y déjanos dormir! -le grito Marie una dulce (por lo regular) niña de 6 años, asomada por la ventana.
10 minutos después estaba a punto de volver adentro del orfanato cuando sintió como algo aterrizaba en su cabeza.
Era Pickles.
-Te odio-le dijo a la lechuza cuando volteo a ver su hombro en el cual la lechuza había defecado.
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Llegaron a King Cross a las diez y media. Rowen y Aggie cargaron juntas el baúl hasta un carrito y Rowen lo empujo por la estación.
Caminaron hasta llegar al lugar entre los andenes nueve y diez, hasta que Aggie se detuvo. Rowen por poco y la lleva con el carrito.
Vio alrededor hacia los trenes, pero ninguno decía Hogwarts en él y Rowen de pronto comenzó a pensar que había perdido el tren o que se encontraba en el lugar equivocado.
Volteo hacia su boleto, justo Aggie se lo acababa de extender y vio algo en el que no había visto antes, en él decía 9 ¾
-Aggie......pero el andén 9 ¾ no existe-dijo en dirección a la mujer que rio y empujo el carrito de la niña justo frente a la división de los dos andenes.
-No te preocupes, lo único que tienes que hacer es andar recto hacia la barrera que esta entre los dos andenes. No te detengas y sobre todo no tengas miedo de chocar, eso es muy importante.
Rowen miro la barrera, aquello le parecía muy sólido como para correr contra él.
-Hey, tranquila pequeña-le dijo Aggie dejando un beso en su frente. -Todo estará bien ya verás.
