El callejón Diagon
En aquel diminuto bar, el cual los muggles no ven. Entra, toma una copa junto con Tom el cantinero, o sigue derecho hasta llegar al patio
Tres arriba... dos horizontales...
Son tres golpes a la pared en total.
Y el ladrillo se estremecerá y, en el medio aparecerá un pequeño agujero, que con los segundos se hará más ancho.
Espera un segundo más, no te impacientes.
Y cuando observes un pasaje abovedado, que lleva a una calle con adoquines, que serpentea hasta quedar fuera de la vista, sabrás que has llegado.
—Bienvenida—dijo Aggie sonriendo ante el asombro de la niña — al callejón Diagon.
Entraron en el pasaje, no sin antes despedirse de Tom, el hombre que las había ayudado a abrir el pasaje.
El sol brillaba iluminando el callejón y personas que se encontraban haciendo compras, Rowen deseo poder girar la cabeza tal y como un búho para poder mirar más. Su boca estaba abierta de impresión y trataba de grabar en su mente todo lo que pudiera. Si bien desde pequeña había sido informada de la existencia del mundo mágico, nunca había tenido la oportunidad de verlo o visitar un lugar como en el que se encontraba más allá de los libros.
Personas iban y venían, inmersas en sus propias acciones como para prestarle atención a la niña que se había detenido a mitad del callejón observando con adoración una tienda oscura que tenía un rótulo que decía: «El emporio de las lechuzas. Color pardo, castaño, gris y blanco».
Rowen trato de acercarse a la jaula más cercana, detallando con la mirada la hermosa lechuza gris que reposaba en ella, sin embargo, apenas había rozado una de sus alas cuando la lechuza la amenazo con su pico y siguió su siesta, Rowen bufo antes de correr tras Aggie.
Ni quería tocarla, pensó una vez al lado de Aggie.
Unas cuantas tiendas más a lo lejos varios chicos de la edad de Rowen pegaban la nariz contra un escaparate lleno de escobas. «Miren —oyó que decía uno—, la nueva Nimbus 2.000, la más veloz.» Rowen, quien había leído sobre escobas y Quidditch, pero no había tenido la oportunidad de subir o ver una escoba, se quiso acercar a la multitud que se aglomeraba en escaparate, sin embargo, Aggie se lo impidió tomándola del hombro y haciéndola seguir con su camino.
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Rowen Lynch and the Philosopher's Stone
Fiksi PenggemarAun sin haber nacido Rowen fue rechazada por la familia de su padre. Cuando apenas tenía un año sus padres murieron y ella fue maldecida. Cuando tenía tres cosas extrañas empezaron a suceder a su alrededor. A los ocho hizo volar contra una pared a u...