MEMORIAS DE UN VAMPIRO *INMORTAL*

¿ACASO TENGO QUE PONERME CELOSO?

  -¿por qué lo hiciste?-pregunta Justin por enésima vez, mientras camina en círculos pasándose la mano por el cabello.
Pongo los ojos en blanco.
-¿yo qué sé?

Estamos todavía bajo tierra, (en las mazmorras del castillo, para ser exactos) en la parte donde tienen a los vampiros nuevos mientras completan su transformación. Ahora está todo vacío, salvo al chico que saqué del agua y que traje hace dos días. Por lo regular, esto siempre está lleno, pero ahora con la guerra, se decidió no transformar a vampiros nuevos, ya que la población humana está bajando considerablemente por la guerra (Estados Unidos, por ejemplo, abrió sus fronteras con México ofreciéndoles "trabajo" aunque todos sabemos que es para repoblar su país, además de que hay un rumor sobre que Alemania les prometió a los mexicanos regresarles el territorio que Estados Unidos les quitó hace algunos años a cambio de que los nazis pudieran invadir E.U. por esta frontera) y que haya más vampiros que humanos, es algo que no tendría un buen balance. Después de todo, la mayoría de nosotros no logramos contenernos y dejarlos en el momento exacto antes de matarlos. Ha mí me ha pasado en más de una ocasión.

Justin acaba de regresar de Berlín, de darle la buena noticia a Christian Grey y resulta encontrándose con que yo había traído a un completo extraño convertido en vampiro.
No es el único sorprendido. Hasta yo me sorprendo de ello. Me sorprendo de no haberlo matado en el intento. Me sorprendo de que al parecer todo marche bien. Me sorprende y me siento orgullosa de mí misma, pues es la primera y probablemente la última vez que hago esto. Todos se quedaron con la boca abierta al vernos llegar con el humano.

-¿te das cuenta el gran problema que hay para nosotros ahora?-repone Justin.
En realidad, no está del todo enojado (lo que también me sorprende) creo que hasta se siente orgulloso de sí mismo por haberme enseñado tan bien estos últimos años como para que yo misma haya transformado a un humano en vampiro. Con su egocentrismo, eso debe ser.
-no creo que sea ningún problema.
Arquea una ceja.
-¿al menos conoces su nombre?
-bueno, encontré una tarjeta en su chaqueta que decía "TENIENTE NIALL HORAN" supongo que es de él. No es nada común que haya intercambiado tarjetas con un compañero o algo así. Pero si ese no es su nombre, siempre podemos preguntar.
Asiente más de lo normal y se queda viendo al chico tendido frente a nuestros ojos.

Está en una plancha de arce blanco, sujeto de pies y brazos por gruesas cadenas de plata.
Su piel es blanca, muy blanca, incluso ahora más ya que pronto completará su transformación. El cabello rubio está completamente despeinado y le cae en los ojos. Todavía lleva puesto su uniforme de los "dragones de la reina".
Quitando las cadenas... podría parecer cualquier chico normal durmiendo una siesta.

A todos los vampiros nuevos los mantenemos atados a una plancha de arce blanco para mantenerlos inmóviles, ya que suelen ser muy salvajes y esto nos permite acercarnos a ellos una vez que han despertado sin correr peligro.

-pensé... pensé que sería buena idea tenerlo con nosotros. Después de todo, necesitábamos alguien que enseñara a Harry a Louis a volar los aviones. Él es el indicado para esto.
-considerando que lo sacaste de un avión en el fondo del mar...-Justin suena casi irónico.
-por favor. Sabes a lo que me refiero.
-ah... ya. Tal vez tengas razón. Este sujeto puede sernos de mucha ayuda en cuestión a eso. Pero estamos en guerra. Debajo de la tierra. Sabes lo locos que se ponen los nuevos cuando despiertan.
-lo sé.
-no creo que a ninguno de nosotros nos vaya a gustar estarlo escuchando gritar como si lo estuviesen torturando.
-en este momento, parece que está en una de las cámaras subterráneas de la inquisición. Como aquellos sujetos que acusaron de brujería en la Nueva España, ¿lo recuerdas?
Se estremece un poco y cierra los ojos.
Claro que lo recuerda.

Una vez, mientras decidimos ir a explorar el "nuevo continente" quisimos presenciar un juicio de la santa inquisición. A dos tipos los habían acusado de brujería por ser sacerdotes mayas. Su sentencia fue obviamente la hoguera, pero antes de quemarlos vivos, los torturaron de una forma muy parecida a como tenemos amarrado al tal Niall ahora, solo en lugar de ser una cama de madera, tenía clavos.

-sabes a lo que me refiero-repite lo mismo que yo le dije hace un momento.
-bien, bien. Debe de haber suficiente verbena aquí como para tenerlo inconsciente.
Suspira y se planta frente a mí, poniendo sus manos en mis hombros mirándome directamente a los ojos.
-haber, haber ____________. Tú y yo nunca nos hemos ocultado nada. Así que será mejor que me digas la verdad. ¿cuál fue el motivo por el que decidiste convertir a este humano?
Me quedo un rato en silencio. A primera instancia, no lo sé, pero algo muy dentro de mí tiene una respuesta. Una respuesta demasiado estúpida.
-ya te dije que no... no lo sé. Solo lo vi ahí tirado en la arena y pensé que nos sería útil.
-¿por qué al menos no lo trajiste aquí antes de convertirlo? Sabes que el lazo que hay entre un vampiro y su transformador nunca se rompe.
-si lo traía aquí, entonces no habría tiempo. Hubiese muerto en el camino. Ryan me lo dijo, había tragado mucha agua y sus pulmones colapsarían en cualquier momento.
-sabes que no fue solo por eso, ¿verdad? ¿o acaso tengo que ponerme celoso?
Su mirada se traslada hasta el chico inconsciente y sé perfectamente lo que está pensando.

-¡no! Bueno, ya, te lo diré. Es estúpido, yo sé que es estúpido pero... me recordó a Camila.
Sus ojos se abren como platos y por un momento hasta parece divertido.
-quieres decir... ¿Qué convertiste a este piloto solo por que te recordó a tu amiga muerta?
Al escuchar la palabra muerta me estremezco un poco.
-sí-admito al fin-no sé que tiene. Tal vez sea el color de su pelo o su piel... pero hay algo en él que me la recuerda.
-estar bajo tierra debe de estar afectándote.
-ey-le doy un ligero empujón en el hombro.
-es en serio. Digo, yo conocí a tu amiga. No le encuentro ningún parecido a este tipo.
-ya sé. Pero así fue y ya no hay marcha atrás. No puedo hacer nada.
-ahh... está bien. Quien sabe y a lo mejor tenga algún poder o talento especial. Supongo que tendrás que averiguarlo cuando despierte.
-sí. a propósito, ¿crees que le falte mucho?
-la transformación dura entre dos y tres días. Ya no debe de faltarle mucho.
-genial, entonces deberíamos supervisar que los amarres estén bien.
-lo están. Los revisé hace un rato. De todos modos, debes mantenerte alejada. No quiero que te lastime.
-¿Qué me lastime?-le digo irónicamente, dejándolo sentir mi poder por todo el cuerpo.
-sí, que te lastime-vuelve a afirmar.
Sonrío.
-¿dragones y torres?
-dragones y torres-contesta pensativo.
-sabes que no serviría de nada. Mataría al dragón yo misma.
-ahh... lo sé, lo sé. Ahora el problema es quién se hará cargo de él.

Lo dudo un momento.
-yo lo haré-le digo.
-nunca has querido estar a cargo de los vampiros nuevos.
-bueno, déjame probar ahora. Tengo la suficiente experiencia conmigo misma.
Suspira de nuevo.
-está bien. Pero mantendré a Ryan, Chaz y Christian al pendiente. Yo estaré demasiado ocupado con el otro Christian.
Sonrío ampliamente y le doy un abrazo. Esto hace que inmediatamente se ponga tenso.
Demonios, al parecer, esto será lo que nunca va a cambiar, por más que me esfuerce.
-eh-dice-al parecer tu amigo ya despertó.

Volteo y ahogo un grito al ver los ojos del tal Niall completamente abiertos. Un par de ojos... de un azul intenso como el océano.

SPOILER
"Eh, esperen, ¿dije ojos azules?
El no puede tener los ojos azules. Al menos no ahora. Deberían de ser... rojos. "