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|No sé si lo habré dicho, creo que no, pero esta novela (o al menos la primera parte) es corta, así que no os asustéis si os digo que el final está cerca... No tanto, peeero cerca. Bueno, en el capítulo anterior no es que hayan ni muchos votos ni comentarios. Lo entiendo, ¿vale? Pero quiero subir por esas personas que sí quieren que suba capítulo. Gracias. Y bueeeno, si en el anterior capítulo había salseo, en este también JAJAJA. No sé si todo el mundo leyó la advertencia que puse al final del capítulo... Bueno, que se me olvidó poner que si Noleen actúa de esa manera también es por otra cosa que no quiero decir, so... Espero que no dejéis de leer y que de verdad os guste aunque ahora mismo no entendáis casi nada JAJAJA. Lots of love xx. 

Canción: Within Temptation — Lost |

Cuando por fin regresamos a la cueva, Ezra está despierto. Nos saluda con un movimiento de su mano derecha.

—Veo que te has dado un baño —sonríe señalándome. Asiento con una sonrisa.

—Algo así —miro de reojo a Justin, el cual está concentrado en Ezra—. ¿Os apetece comer algo? —digo mientras me alejo de ellos y entro en la cueva.

—Claro —responde Justin.

Los miro a los dos aún plantados en el mismo lugar. Dejo de remover las cajas de comida y los miro fijamente con los brazos cruzados. 

—No os penséis que voy a hacer todo el trabajo. Si no me ayudáis, no probáis bocado —alterno la mirada de uno a otro—. Así de simple.

Ezra se encoge de hombros mirando a Justin, éste levanta las manos.

—Me muero por ayudarte —añade irónico Justin.

Después de esto, los dos empiezan a preguntarme en qué me pueden ayudar. Les voy indicando hasta que terminamos.

Colocamos la comida en una mesa baja, en la cual nos sentamos con la ayuda de algunos cojines esparcidos por el suelo. Parece la forma en la que los asiáticos comen. Nos tomamos unos minutos para admirar nuestra pequeña obra maestra.

—A comer —exclama Ezra empezando a probar la comida. Justin y yo nos reímos ante la mueca que se forma en su rostro cuando saborea un trozo de pescado de una lata de conserva. 

Justin y yo empezamos también a comer en silencio. Al cabo del rato, las latas de conserva están completamente vacías.

—Bueno Justin, cuéntanos un poco de tu pasado... —digo mientras un suspiro se escapa de entre mis labios—. Tu historia, si lo quieres llamar así.

—Si por favor, me encantan las historias —exclama Ezra entusiasmado.

Justin termina de beber de su vaso y lo deja donde estaba minutos antes. Se lame los labios antes de pronunciar palabra alguna.

—Crecí en Ottumwa, Iowa, en un pueblo muy de costumbres y tradiciones. Mis padres siempre han sido más religiosos y más conservadores que yo. Podría decirse que era la oveja negra de la familia en algunos aspectos. Tenía un hermano mayor que yo. A pesar de las diferencias que teníamos entre todos nosotros, sabíamos ver las cosas buenas que poseíamos.

»Cuando ocurrió todo lo relacionado con los nermodas, nuestra familia logró resistir a sus múltiples intentos de lavarnos el cerebro. Nos escondimos, ya que mis padres tenían contactos en el pueblo vecino y nos avisaron antes que a nadie. Estuvimos semanas o incluso meses encerrados bajo tierra sobreviviendo con los escasos víveres que nos quedaban

»Cuando pensábamos que el peligro ya había pasado y subimos de nuevo a nuestra casa, nos sorprendieron. Vi como mataron a toda mi familia a sangre fría. Mis manos se mancharon de la sangre que emergía de sus cuerpos medio muertos. No estoy seguro cómo, pero logré escapar y sobrevivir a esos monstruos sin sentimientos. Desde entonces he tenido que huir malviviendo y luchar por seguir respirando.

Lost.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora