|Holaa. ¡Primer capítulo! ¿Sentís mi emoción? lol. Bueno, quería deciros que el capítulo no tiene mucha emoción, pero es lo que hay. Y Justin tardará en salir un poco, sorry. Comentad y votad para que pueda subir el próximo lo más rápido posible, ¿si? Muchas gracias y disfrutad ♡
Canción: Lorde — Team|
—Pásame la sal, ¿quieres? —su tono de voz era indescriptible. Sin ninguna entonación en él, cada palabra dicha de forma automática, sin sentir nada.
—Claro, papá —debo controlar mis emociones y actuar de la misma forma que ellos. Con el mismo tono frío, distante. Aunque claro, ellos no son conscientes de eso. Simplemente dicen las palabras. No las sienten.
Había comenzado hacía varios meses atrás a volver a pensar por mí misma, a volver a sentir, a volver a vivir. Sabía lo que les sucedía a los que, como yo, revelaban sus sentimientos de nuevo. No quiero pasar por lo mismo, por eso debo esconder todas mis emociones y actuar como los demás.
El sonido de un trueno golpear contra el cielo provoca que me estremezca. Maldición. Miro rápidamente hacia arriba, ya que había estado contemplando mi plato de sopa, y compruebo que ninguno de ellos lo ha notado. Suspiro en mi interior. El temor, el miedo, tampoco son emociones que se puedan sentir en este nuevo mundo.
—Tu hermano jugará mañana un partido de fútbol. Debemos ir a verle —añade mi madre espontáneamente—. Dentro de poco pasarán a primera división juvenil.
—Estupendo.
Ya había asistido antes a uno de estos partidos: gente sentada sin expresar emociones, mientras que los jugadores tampoco es que pongan mucho empeño en darle patadas al balón.
Para alguien sin sentimientos es el entretenimiento perfecto. Pero no para mí. Me parece lo más aburrido del mundo. Aunque sería solo una de las innumerables cosas que añadir a la lista. En este nuevo mundo no es que existan cosas muy divertidas. Y, si las había, ellos se encargaron de moldearlas a su modo: aburrido y sin sentido.
Lo único que conservan bueno de los anteriores humanos son los libros. Ellos dicen que, si los siguen manteniendo, será un recordatorio de la vida pasada, del error que no se tendría que volver a cometer. Para mí ha sido una bendición que los estúpidos de la nueva generación los conservaran. Es mi pasatiempo favorito. Mi única salida. Mis raíces. No hay mayores expresiones de sentimientos que en los libros.
Mi familia nunca subía al desván, por lo que decidí montar allí mi guarida. Es una habitación donde se encuentran todos los libros que tenía y los que he ido recogiendo con el paso del tiempo. Los que me llamaban mucho la atención, los robaba. Aquí no existen las leyes. Como nadie piensa por sí mismo, cometer fechorías de ese tipo o mayores no está dentro de sus posibilidades.
Vivimos en Chicago, en una ciudad repleta de humanos, aunque prefieren llamarse nérmodas que, según ellos, significa «nuevos humanos».
La idea de que este proyecto se llevara a cabo fue para eliminar los sentimientos malignos: odio, rencor, envidia, egoísmo... Para crear una sociedad nueva en la que se pudiera vivir en paz y en la que no hicieran falta leyes. Pero el experimento les salió mal. Es verdad que eliminó los sentimientos malos, los que nos perjudicaban de alguna forma, pero también destruyó los buenos, dejando al ser humano sin ninguno, incapaz de volver a sentir. De ahí nació esta sociedad.
Nunca se han echado la culpa de nada. Al final lo consiguieron, consiguieron una mejor sociedad sin leyes, aunque hayan tenido que pagar un precio caro por ello. Total, ¿qué más da? Si no son conscientes de nada...
