|Heeey. ¡Último capítulo amores! Primero quiero dar las gracias a todo el que ha apoyado esta novela hasta el final. Este capítulo va dedicado a todas vosotras. De verdad que espero que os guste. Y por favor, leed lo que he escrito al final de capítulo. Graciaaas♡
(Si podéis ver el vídeo que he dejado en multimedia de la canción con la letra traducida, mejor. Si no podéis lo buscais en Youtube).
Canción: Within Temptation — What have you done |
Hace un par de horas que hemos regresado de la ciudad. Todo está tranquilo. La noche ha llegado, y con ella la oscuridad.
Justin no ha dado señales de vida aún. Y aunque intentara salir fuera a buscarle, no obtendría nada. Lo único que tenemos es una linterna algo antigua y grande. Además, no pienso dejar a Ezra solo mientras yo me voy a encontrar a alguien que no quiere ser encontrado.
Creo que he perdido la esperanza de que regrese. A lo mejor lo único que quería era un techo sobre el que dormir durante un tiempo y después seguir por su cuenta. A lo mejor...
Mis pensamientos se ven interrumpidos cuando una luz que no es de la destartalada linterna se introduce dentro de la cueva. Al principio tengo miedo, y mi respiración se entrecorta dándome sólo el esfuerzo necesario para colocarme al lado de Ezra. Pero cuando una sombra conocida hace su aparición en la entrada, mi cuerpo se relaja un poco.
—Justin...
Su nombre emerge de entre mis labios sin ningún esfuerzo, casi como un suspiro de alivio. Él mira por todos los rincones de la cueva antes de posarse en nuestra posición. Y ahogo un grito.
Su rostro muestra moretones y cortes, pero sobre todo sangre reseca. Me recuerda a cuándo lo encontramos tirado en el suelo. Su rostro de antes es similar al de ahora. Pero eso no es todo. En lo que un principio parecía una mirada brillante, ahora está apagada y oscura. La mandíbula la tiene tensada, y su expresión es fría y cortante como un viento gélido.
A mi lado, siento como Ezra lo mira anonadado, y cómo lucha por reprimir un gemido de sorpresa.
—Justin ¿qu-qué te ha sucedido...? ¿Tu rostro...? —lucho por logar hacer una frase completa, pero su expresión me intimida. Mucho.
Él se queda unos minutos callado, sin decir nada. Si no fuera porque pestañea y porque puedo percibir su pecho subiendo y bajando tras esa cortina de ropa, bien podría decir que se ha convertido en una estatua.
—Tenemos que irnos. Los nermodas están inspeccionando la zona.
Dichas estas palabras con sequedad, nos mira esperando que nos levantemos y lo sigamos adonde quiera que sea.
Quiero formularle un montón de preguntas. ¿Dónde has estado? ¿Por qué ahora de repente te importamos si nos has abandonado? ¿Cómo te has hecho esos moretones y toda esa sangre? ¿Te importamos? Y esa última pregunta es la que más me ha dolido. Pero no puedo. Hay algo... venenoso en él, en la forma en que realiza las acciones. Normalmente no me siento así cuando estoy con él.
Decido hacer lo que me dice. Yendo con él tenemos más posibilidades de que no nos cojan, ¿no?
Levanto mi cuerpo lentamente y le hago una seña a Ezra para que haga lo mismo que yo. Justin toma eso como la iniciativa para empezar a andar.
No tengo ni idea de cuánto hemos andado. Si metros o kilómetros. Lo único que sé en estos momentos es que estoy cansada.
Justin no ha dicho ni una palabra en lo que llevamos de camino. ¿Qué demonios le sucederá para que esté de esa forma? ¿Y hacia dónde nos dirigimos?
