La Calle 21: un encuentro con la muerte

Final

Pasaron semanas, hasta que el asesino volvió a recibir una carta. Un nuevo pedido, otro pacto de muerte: una mujer necesitaba el filo de su cuchillo.

El manto de la noche cubrió la ciudad. En la esquina 21 entre la calle 20 se encontraban la desolación y el silencio. Las lámparas hacían su esfuerzo por mitigar la oscuridad, y apenas mostraban como los roedores iban y venían.

Eran casi las doce de la noche cuando la dama se acercó a la calle 21. El frío y la desolación danzaban en las calles, abarcando todos los rincones.

Ella se sentó el banco de la calle 21; con un flamante vestido entallado al cuerpo. Portaba un bello sombrero con flores de tela y colores al tono. Su rostro se ocultaba bajo una oscura malla, con pequeñas motas negras de terciopelo.

El asesino no le había prestado atención, hasta que la observó sacando un cigarro de su cartera. Pero no tenía fuego.

Él le extendió su mano; con el que llevaba un guante de cuero negro, ofreciéndole una tímida llama de su encendedor.

—Gracias —le dijo la elegante mujer.

El asesino esperaba que, como todas las anteriores mujeres, dijera sus últimas palabras. Pero no fue así: solo se limitó a fumar hasta que se terminó el cigarro.

El hombre se paró para desenfundar su cuchillo. Se posicionó frente a la mujer, que aún seguía sentada en el banco. Era cuestión de segundos para cumplir con el pacto: asesinarla porque ella así lo pidió en su carta, y él aceptó... como tantas otras veces.

Con sus dos manos, lentamente, la dama apartó la malla que cubría su rostro, y clavó la mirada al asesino.

Se quedó perplejo, horrorizado y confundido. No pudo hacer un paso atrás, ni adelante. Sus dedos temblorosos hicieron que el cuchillo caiga al suelo.

La dama que solicitó el pacto de muerte, era su madre.

FIN

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¡Muchas gracias por leerme!

Escrito por: Chris Myth.

Obra registrada.