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El cielo crepuscular develó el cuerpo de la mujer asesinada, junto al charco de sangre.

La policía acudió al lugar tras haber recibido la notificación de un agente que patrullaba la cuadra. Cubrieron la esquina de la calle 21 de curiosos.

—¿Qué tenemos? —preguntó el inspector—.

—Cuando llegamos, vimos a un hombre vestido con un sobretodo y un sombrero. Dijo que pasaba por el lugar, como lo hace todas las mañanas con su perro. Vio a la mujer y llamó a la policía —respondió el agente.

—Ya veo —dijo el inspector mientras observaba la garganta de la víctima—. Quisiera interrogar a ese hombre.

—Ese es el problema señor. El testigo se esfumó. Cuando me volví a él para tomar sus datos, ya no estaba.

—¿Qué? —vociferó el inspector—, ¡Busquen a ese hombre de inmediato!

«Crimen pasional en la calle 21: Encuentran el cuerpo de una mujer. Buscan a su amante», informaba la prensa.

La Calle 21: un encuentro con la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora