Regresa a mi

Una cita entre cerezos

REGRESA A MI

Capítulo 7: Una cita entre cerezos

Por Okashira Janet

Naruto apoyó la cabeza en la almohada y posó los ojos en el techo, aunque lo intentara sabía que no podría dormir, en su mente las imágenes se transponían unas sobre otras, primero los crueles recuerdos que habitaban en el fondo de la mente de Hinata y en segundo la triste imagen de Ino sin parar de llorar, cuando la había dejado frente a la puerta de su casa sin poder consolarla.

—Es mediodía, no deberías estar ahí tirado. —Sasuke entró en la pequeña habitación y se derribó al lado del rubio usando ambos brazos como almohada.

—Son las cuatro de la tarde y esta tan oscuro aquí dentro que puedo dormir si quiero. —Naruto ahogó un suspiro, su cuarto estaba en penumbras, afuera la tormenta caía con fuerza.

—Haz lo que quieras entonces. —El Uchiha cerró los ojos.

—Nee, Sasuke...

—¿Qué quieres ahora?

—¿Qué vamos a hacer? —El silencio siguiente fue pesado, sombrío.

—No lo sé...

—Tú siempre tienes un plan y yo no puedo quedarme quieto. —Naruto se incorporó, sentado sobre el borde de la cama.

—No es como si pudiéramos cambiar el pasado. —Sasuke abrió los ojos. En su mente recordó las lágrimas de Sakura—. Y no es como que tengamos la información completa tampoco.

—No entiendo... —Naruto apretó sus rodillas—. Si Kiba fue quien salvó a Hinata-chan, ¿por qué se va a casar con Shikamaru?

—Ah, eso. —Solo hasta entonces Sasuke lo recordó—. Neji me contó que era una broma de Sai.

—¿Qué? —Naruto se puso de pie como si bajo él hubiera un resorte.

—Ya sabes que es idiota. —Sasuke observó al rubio con el ceño fruncido—. ¿Qué haces? —Naruto había corrido a ponerse encima una campera.

—¿Entonces Hinata-chan no está comprometida?

—No. —Sasuke lo miró con sospecha—. ¿Y eso que tiene que ver contigo?

—Tiene todo que ver conmigo.

—¿Y que se supone que vas a hacer?, causaras un alboroto si vas ahora después de lo que acaba de pasar.

—No me importa. —Los ojos azules lo observaron decididos—. Voy a pelear.

—Eres un idiota. —Sasuke simplemente puso el hecho de manifiesto, pero para esas alturas el rubio ya había salido—. Pedazo de tonto, solo lograra conseguir problemas. —Respirando hondo colocó una mano sobre su frente, la imagen lejana de una Sakura llorando pareció flotar por un momento en su mente y entonces él también tomó un abrigo y salió precipitadamente del departamento, había algo que debía hacer.

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Sakura abrió un estante y frunció el ceño molesta, de nuevo Kiba y Akamaru habían barrido con todas las galletas y apenas era inicio de semana, para la próxima vez se iba a encargar personalmente de escondérselas.

—Estos niños... —Gruñó por lo bajo y tomó una lata de leche y algo de canela, como era un día muy frío seguro que los demás se alegrarían si cuando llegaban por la noche encontraban un atole caliente esperándolos, Kiba había ido a darle una vuelta a Shino, Lee y Shikamaru estaban arreglando unas tablas de la barda sur y Hinata y Sai habían ido a dar una vuelta por el parque así que probablemente todos volverían tarde.