Amor es...

1.3K 98 10
                                    

REGRESA A MI

Capítulo 9: Amor es...

Por Okashira Janet

—¡Ahora! —Sakura se agachó en el momento preciso.

—¡Konoha-Daitirambos! —El grito de Lee retumbó en el aire como un aullido, el viento sopló de manera agresiva formando oleadas de arena.

—¡Rendan Suna Shigure! —En un plano superior la fría voz del siempre sereno Kazekage se dejó escuchar y para Hinata fue como si le hubieran apretado el corazón, ¿todo era un sueño?, ¿en realidad estaba pasando?, podía girar la vista atrás y ver a la pequeña Hinata de doce años con el cabello corto y los ojos vacíos sentada frente a una puerta aguantando sus lágrimas por ser demasiado débil, ¿cuándo entonces se había vuelto tan fuerte?, ¿cuándo había sido capaz de renunciar a sus verdaderos sentimientos?

—¡Hinata! —Escuchó su nombre pronunciado por los labios de Kiba y sus manos se movieron automáticamente para formar los sellos necesarios.

—¡Byakugan no genjutsu! —El mundo se volvió blanco y ella se volvió uno solo con la creación que surgía desde las profundidades de su mente, cada silencio, cada vacío le pertenecía; cada instante y sensación era suya.

—¡Gatsuga! —Nuevamente escuchó la voz de Kiba gritar, pero no era el grito eufórico y valiente que su amigo solía emitir cuando se enfrentaba a una buena pelea, era un grito rasposo, frustrado, furibundo.

—Hinata... —La mano de Shikamaru se posó sobre su hombro—. Esto no va a funcionar. —Sabía a qué se refería su líder, los sentimientos de todos se encontraban dispersos, Kiba estaba alterado, Sakura se encontraba ausente, los sentimientos de Sai se habían vuelto nulos—. Vamos a acabar muertos. —La voz de Shikamaru retumbo unos momentos en su mente como haciendo eco.

—¿Qué necesitas que haga? —Hinata apretó los labios manteniendo el genjutsu, cuando Shikamaru hablaba en una misión todos ellos no eran más que ninjas a su servicio, tanta así era la confianza en su líder.

—Necesito unos segundos para hablar con ellos.

—Puedo lograrlo por un minuto. —La frente de Hinata se perló de sudor.

—Gaara... él puede detenerlos por ese lapso de tiempo. —Shikamaru dudó en decir su nombre, no podía guardarle rencor al dirigente de Suna, pero inevitablemente algo había cambiado en su relación.

—De acuerdo. —Hinata tomó aire—. Un minuto.

—Lo suficiente. —Shikamaru asintió con la cabeza y ella cerró los ojos forzando a su mente a viajar al punto exacto donde dejaba de ser ella misma para volverse una con todos, solo en ese lugar era capaz de extraer sus mentes y viajar a un punto que ni era verdad ni era mentira.

—¡Escuchen! —La voz del Nara provocó que todos giraran hacía él confundidos, lo último que Lee recordaba era estar a punto de dar una patada y Sai juraría que en el instante siguiente volvería tinta la sangre de cierto individuo no muy amigable que digamos.

—¡Shikamaru estamos en plena batalla, no podemos reunir nuestras mentes en un momento como este! —Sakura saltó asustada, se encontraban en un espacio en donde todo lo que los rodeaba era negro aunque podían ver perfectamente a quienes se encontraban a su alrededor.

—¡Volvamos ahora! —Impulsivo como siempre Kiba apretó los puños— ¡Nuestros cuerpos corren peligro!

—Escúchenme ahora con atención. —Shikamaru usualmente no usaba un tono de voz que no pasara de uno de completa despreocupación así que oírlo hablar fría y seriamente provoco que todos lo observaran tensos—. En el estado en el que nos encontramos ahora moriremos, recuerden que nosotros somos lo contrario de los gatos, hay siete oportunidades de matarnos.

Regresa a miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora