BoruSara: Here We Go...

Capítulo 17: Caperucita y el Lobo

Omnisciente
Ya se encontraban en la fiesta, pero claro, la pareja tenía sus "reporteros", quienes eran nada más y nada menos que Chōchō, Shikadai e Inojin, los casamenteros o más bien "mamis Luzu" de la relación.

Hay que admitirlo....Boruto es el lobo de Sarada, es decir mira eso....la chica está socializando, lo que debe hacer, el chico está a unos cuantos metros de ella mirándola desde lejos, se pierde entre las personas, tomando una copa de vino, pero a lo lejos ve lo que quiere, cuidando que nadie se la lleve- comentó Inojin mirando toda la escena

Mirada perdida, cabello perfecto, y traje negro, es el lobo perfecto- sonrió Chō

Sonrisa inocente, distraída y cuerpo perfecto con un vestido un tanto provocativo, la víctima correcta- continuó Shikadai

¿Cuánto creen que tarden?- cuestionó la Akimichi

No mucho después de la primera danza- respondió el rubio

No lo sé, hoy es Luna llena- comentó el Yamanaka

De todos modos, ella se dió cuenta de las intenciones del otro- bromeó Chō

Eso es sencillo, a él le gusta verla distraída y a ella le gusta fingir distracción para que el la vea, ¿entienden?- explicó el Nara

Ese es el punto de este cuento- sonrió Inojin

Caperucita y el Lobo nunca fueron tan directos- comentó la morena

Ellos en cierto punto tampoco- apoyó el pelinegro

Pacifíquense y disfruten el show- ordenó la morena

Espero no sean solo palabras- sonrió Mitsuki acercándose al tercio

Ya lo veremos- confrontó el equipo

¿Niños por siempre dijeron? Por favor....mírenlos- contraatacó el pariente de Orochimaru

Se les pasó la hora de dormir- se burló Shadow a las espaldas de los cuatro amigos

Sarada
Primer baile damas y caballeros, pasen a la pista- invitó mi madre, pues era la madrina de bodas

Mitad de mis amigas que se encontraban frente a mi, volaron a sus parejas y de ahí a la pista de baile, dejándome sola, pero es obvio que eso duraría poco.

De pronto sentí manos cubriendo mis ojos, bloqueando mi vista.

¿Bailas?- preguntó Boruto sin descubrir mis ojos

Si me enseñas, igual y si- contesté descubriendo mis ojos

Al instante el chico me ofreció su brazo, el cuál tomé rápidamente, dirigiéndonos a la pista de baile, en la cuál rápidamente se nos abrió el paso en el centro de esta, sentí varias miradas posarse sobre nosotros, y de reojo pude distinguir a mamá y papá, claro que si, SasuSaku abriéndose paso entre la gente, también entrarían a bailar, pero no tardaron mucho en aparecer Naruto y Hinata, el aclamado NaruHina, Chōchō y Mitsuki, Sumire y Shadow, Shamire, una pareja poco convencional pero de igual forma, muy interesante, entre varias parejas más, tomando espacio entre la demás gente, esto sería un verdadero espectáculo.

Después de un tiempo me di cuenta que esa pista no era un cuento de hadas, tú sangre se vuelve fría, tú cabeza vuela, tus pies pierden la cordura ¿y tu? Tú puedes verlo en un plano de tercera persona.

Pasó poco para que la canción se acabara y Boruto y yo volviéramos a nuestra mesa de igual forma que entramos a la pista, con todas las miradas sobre nosotros.

Bailas bien- comentó el ojiazul dando un largo trago a una copa de vino

Fue mi primera vez en esa jungla- bromeé tomando un poco de la mía

Entonces ten cuidado, no tardan en venir por ti- sonrió mientras daba una mirada a una bola de chicos a dos mesas de nosotros, quienes claramente me miraban de reojo

Saben que vengo contigo- animé tomándole de la mano

Y era verdad, pues de por sí era bastante obvio que Boruto Uzumaki es uno de los ninjas más fuertes aún teniendo casi dieciséis años, no veo posibilidades de que alguien venga y me pida un baile después de verme con él.

Que equivocada estaba....

....esta pieza?- preguntó Shadow ofreciendo su mano

Lo siento Shadow, vengo con este idiota- bromeé codeando a Boruto quien tan pronto sintió el gesto posó su brazo alrededor mío.

Boruto sabe compartir- afirmó jalándome hacía el

¿Disculpa?- dije indignada

Shadow, ya no es personal, pero Sarada dijo que no- respondió el rubio levantándose tranquilamente

Si, Shadow, quizás otro día- sonreí mientras tomaba asiento nuevamente

Pfff....- resopló

Que pesado- murmuré

Es insistente, solo eso- reprochó el rubio