- ¿Libre? ¿A qué te refieres? Y ¿Qué le hiciste a Justin?
El pánico en su ojos era tegible. Giro mi cabeza, para ver como la rubia le acaricia suave y amorosamente el rostro a mi marido.
- Monique, ¿Por qué no vas por algo de alcohol y algodones, para limpiarlo?
La rubia, Monique, levantó la mirada, y con algo de recelo, salió de la habitación.
- Es hermosa ¿verdad?
Sophia levantó la mirada y observo, a la que creía su amiga. Nada de lo que estaba pasando tenía sentido.
- ¿Qué está pasando, Abby? Y ¿Cómo es que la conoces?
Su amiga le devolvió la mirada y se levantó de la cama. Se acercó a Justin y lo miro con repulsión. Luego se arrodilló frente a él y lo sacudió. La cabeza de Justin rebotó un poco en el asiento. Pero a pesar del brusco movimiento seguía dormido.
- No es momento de explicaciones, aún. Quiero que él este despierto, para que no tenga que repetir todo dos veces.
La puerta se abrió y por ella entró Monique con los brazos llenos de algodón, alcohol Y gazas.
- ¡Dios! Que exagerada eres. Con un poquito de algodón y alcohol era suficiente. Tampoco lo mate.
Monique miro a su compañera y sin hacer caso a sus reproches, se dispuso a curar la herida de Justin. Afortunadamente no era tan profunda y parecía no necesitar puntos.
Sophia miraba como la rubia trataba el rostro de Justin con devoción, parecía estar genuinamente enamorada de él. La punzada de celos, llegó acompañada de una de pánico. Si ella lo amaba realmente, entonces ella era un problema, en su plan de estar jutos. Pensó en su bebe, y como haría para mantenerlo a salvo. Un suave gemido escapó de la boca de su marido, pero siguió sin despertar.
- Bueno, ya es suficiente.
La rubia le lanzó una mirada venenosa. Sophia tenía la extraña sensación de que esto no iba a terminar bien.
- Abby, ¿Podrías venir conmigo un momento? Necesito hablar con vos, a solas.
Luego de un par de segundos en los que parecía que su amiga estaba por negarse, ambas salieron de la habitación. Lo que se escuchaba como una discusión bastante fuerte. No alcanzaba a entender que era lo que decían, pero no parecía ser nada bueno. Se pregunto si acaso Monique había encontrado la forma de obligar a Abby, a que la ayudará, a encontrar a su amiga. Por más que trato creer en eso, y en que su amiga la podría ayudar de salir bien de allí, no pudo convencerse. Abby tenía toda la pinta de estar involucrada por voluntad propia. Además, ella siempre había odiado a Justin, pero nunca logré entender porqué.
Sophia se dispuso a verlo y su corazón se estrujo dolorosamente con la imagen. Estaba allí sentado, inconciente y pálido en la silla. Movió una de sus manos, tratando de ver si podía zafarse de las esposas, pero lo único que consiguió fue que estas la lastimaran. Soltó un gemido y con desesperación, comenzó a moverse frenéticamente sobre la cama, sacudiendo toda la estructura de esta y haciendo soñar las esposa al rozar con el metal de los barrotes. Se detuvo jadeando y adolorida, era inútil.
En un intento de mantener la calma, cerró los ojos y respiro profundamente. Un gemido agudo de dolor, la hizo abrir los ojos rápidamente. Justin estaba removiendose en la silla aún con los ojos cerrados, gemía con cada movimiento que hacia.
- ¿Justin? ¿Estas despierto? ¿Justin?
Una voz lo llamaba, sonaba aterrada. Movió de nuevo la cabeza y el dolor casi lo hizo llorar. ¿Había tenido un accidente? O ¿Estaba enfermo? Porque, por el dolor de cabeza que estaba sintiendo, podía decir que había tenido un accidente muy grave.
- ¿Justin? Cariño. ¿Me escuchas? ¿Estas bien?
De nuevo aquella voz.
- ¿Justin? Por favor.
La voz se cortó con un sollozo. Respiro y novio la cabeza, tratando de aclararse. ¡Su esposa! Sophia, el la buscaba y... ¡Dios mío! Abrió los ojoscon rapidez, al recordar todo. La luz de una lámpara fluorescente, lo hizo cerrarlos de nuevo.
- ¡Gracias a Dios ya despertaste!
La voz de su esposa sonaba llena de alivio. Abrió los ojos nuevamente u cuando pudo enfocar la mirada, la miro desmesuradamente, horrorizado. Sophia estaba esppsada a una cama. Trato de ponerse de pie pero ni siquiera pudo levantarse. Miro hacia abajo y se encontró atado a la silla. A pesar de la puntada que sentía en la cabeza, trato de moverse, para ver si podía desatarse. Era inútil. Miro de nuevo a su esposa, sus ojos le demostraban alivio y pánico a la vez.
- ¿Estas bien? Decime que estas bien, por favor.
Ella sollozo un poco y afirmó con un movimiento de la cabeza.
- Todo va a estar bien. Te lo prometo.
Comenzó a luchar de nuevo en la silla, mientras trataba de infundirle algo de seguridad a su esposa.
- Me tenías muy asustado cariño...
Ella volvió a sollozar.
- Pero no te preocupes, todo a va estar bien. Sólo déjame...
- Vaya, vaya. Así que ya has despertado. Perfecto. Creo que llegó la hora de las explicaciones.
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Marido Infiel ➳ J.B
FanfictionHistoria comenzada: 24 abril - 2018 #1 en justinbieber - 13 de mayo