Insomnio|Pausada

Margot

Cada mañana me levanto sintiéndome igual, sin ganas de vivir, la razón era que vivía  atormentada con estos sueños, anoche tuve otro.

Era un anciano, estaba discutiendo por su teléfono, cruzo la pista sin darse cuenta que un camión se había pasado la luz roja.

Esto me esta matando, no puedo cerrar los ojos, si lo hago aparezco en la misma escena, me la paso distraída todo el tiempo, vivo con miedo, no hay nadie que pueda ayudarme, no hay nadie que pueda entender, no hay nadie que me pueda creer.

Estoy en la biblioteca con Margot, una de mis compañeras, la única amiga a la que le confió todo.

Voy pasando las paginas del libro de pronto las imágenes aparecen, el anciano muere atropellado por el camión, estoy sudando otra vez, tengo miedo.

-¿Estas bien? -dice sujetando mi mano -estas temblando.
-Esta cruzando la pista y el camión se paso la luz roja y...
-Calmante, solo fue un mal sueño -dice antes que termine mi oración.
-Margot, estoy muy asustada.
-Si, lo se, mirate estas temblando.
-Ya no puedo con esto -digo con un tono apagado.
-No, claro que puedes, Abby solo tienes que ser fuerte, has pasado por cosas difíciles, es normal que te sientas así, pero escucha, lo que paso no fue tu culpa.
-¿Como que no? Yo vi cuando ese chico se lanzo, pude haberlo evitado.
-El fue el que se lanzo, tu no lo obligaste.
-Pero pude haberlo evitado -ella suspira.
-Vamos a tu casa, preparare chocolate caliente -me da una cálida sonrisa.

Margot, ella es mi mejor amiga, es la única persona que me dice que todo estará bien, ella tiene el pelo corto de tez morena clara, tiene ojos cafés, y normalmente es muy responsable, la quiero como una hermana mayor, aunque tengamos la misma edad.

Estábamos en camino a casa, quería ver a Tomas, el siempre me esperaba con una sonrisa.

-Hay que ver una película, tengo una que seguro que a Tomas le encantará.
-Hay que verla en mi cuarto, a la tía Caren no le gusta el ruido.
-Esa bruja, ella debería preocuparse mas por sus sobrinos, solo le importaba su estúpido trabajo.

"Estas loco, tu no te quedaras a vivir ni un día mas en mi casa, te vas hoy mismo"

Esas son las palabras que un anciano le gritaba a su teléfono no muy lejos de donde nos encontrábamos.

Al verlo mi corazón se paro, lo reconocí al instante, era la misma persona que vi en mi sueño.

-¿Estas bien? Te vez pálida.
-Margot, es él -ella sigue mi mirada.
-¿Quien?
-Es la misma persona que vi en mi sueño.

Y ahí estaba, esperando a que algo pasara, ambas nos quedamos quietas observando.

El semáforo cambia su luz y el anciano cruza.

Todo paso tan rápido, ni siquiera yo note al camión, todo paso igual que en mi sueño, y otra vez no pude hacer nada.

-Vámonos -me toma Margot del brazo y nos vamos.

¿Porque otra vez?¿Coincidencia?
Estoy vacía, estoy en shock, simplemente no puedo creer esto.

Estamos en casa, ninguna de las dos dice nada, Tomas esta durmiendo, el silencio me esta matando, me abrazo a mi misma y sierro los ojos con la esperanza que esto también sea un sueño.

-¿Estas bien?
-Si.
-No te escuchas bien.
-Sólo quiero...pensar.
-Oye mirame -me toma de los hombros y me obliga a mirarla.
-Estoy tan asustada -ella me da una de esas cálidas sonrisas que llenan mi alma.
-Todo esta bien, ya paso -me recuesta en sus piernas y empieza a jugar con mi cabello.
-Quiero olvidar esto -me aferro a un mechón de mi cabello.
-Descansa, a sido un largo día.

Margot era mi calmante, no se que haría sin ella, supongo que no estaría aquí, ya que ella me recordaba el porque debería estar viva.