Her pirate, his princess

1.

Ya habían pasado dos semanas desde aquel pequeño encontronazo con Uma en el cotillón real. Dos semanas en las que Auradon fue recuperando poco a poco la normalidad.

 En aquel periodo de tiempo los pedidos de vestidos y trajes que solían hacerle a Evie disminuyeron poco a poco, en parte debido a la falta de celebraciones en las siguientes semanas. Esto hizo que la joven de cabello azul tuviese más tiempo libre, tiempo que principalmente dedicó a pensar. A pensar en su vida actual, en sus sentimientos hacia el que seguía siendo su novio, y a pensar en unos extraños sueños que llevaba teniendo desde hacía ya unos días.

 En esos extraños sueños su espejito mágico, el que había donado al Museo de Auradon, era robado, y empleado para realizar alguna clase de hechizo malvado, hechizo que aunque ella desconocía, sabía que no sería para realizar buenas acciones. Jamás vio quien lo robaba ni a donde lo llevaba, y eso solo hacía que se preocupase aún más.

 La única solución que se le ocurrió a su brillante cerebro fue recuperar ella misma su propio espejo. Quizás si volvía a tenerlo con ella podría vigilarlo mejor y asegurarse de que nadie intentase llevárselo. El único problema era que aún no sabía como conseguirlo...