Her pirate, his princess

5.

 A Harry le llevó un par de minutos procesar y entender correctamente cada una de las palabras que la chica había pronunciado. La miró de arriba a abajo con una expresión que reflejaba toda la confusión y la sorpresa que sentía en aquellos momentos. Seguía sin creer que aquellas palabras hubiesen salido de la boca de una chica que vestía casi como una de esas princesas insoportables de Auradon.

 -A ver si lo he entendido bien. ¿Tú, Evie, la que ahora parece una de esas princesitas estúpidas de Aburridon, acabas de decir que quieres robar algo?-

 La peliazul esperó impaciente a que él hiciese algo, a que reaccionase de alguna forma. Aquella mirada, no tan sutil, de parte del chico, la incomodó un poco, haciendo que un ligero tono rojizo se hiciese presente en sus mejillas. Alzó la mirada al cielo, resoplando un poco, mientras asentía respondiendo así a la pregunta del chico.

 -¿Vas a ayudarme o no? Necesito una respuesta ya, no tengo mucho tiempo.-

 Al ver ese ligero sonrojo el chico se acercó un poco más a ella, queriendo incomodarla aún más. Le hacía gracia verla así de nerviosa, aunque no sabía si ese efecto lo provocaba él o las palabras que ella misma estaba diciendo. No parecía demasiado segura al hablar y eso podía notarlo él y cualquier otra persona.

 Aunque su primer impulso habría sido decirle que no, hizo todo lo contrario. Al fin y al cabo, aunque tuviese que estar un  tiempo en Auradon podría robar cosas de mucho más valor que las que había en la Isla, y que luego podría venderle a algún otro hijo de villano y sacarse bastante beneficio.

 -Tú ganas princesita. Iré contigo a Aburridon, y te ayudaré a robar tu propio espejo. Lo único que no he entendio muy bien es que hace tu espejito mágico en ese Museo.-

 El alivio inicial que la joven sintió se esfumó al escucharle. Se encogió de hombros, manteniéndose en completo silencio y con la mirada al frente, esperando que al no seguir hablando se le olvidase ese tema. No le apetecía demasiado decirle que ella misma lo había donado al Museo porque seguramente luego seguiría haciendo más y más preguntas.