Quedaba cada vez menos para que saliera el sol, para que sus rayos cubrieran el bosque por completo y redujeran a la joven vampiresa a cenizas en cuestión de segundos. Lexa estaba completamente aterrada ante esa situación apocalíptica. Atrapada bajo una loba que la tenía presa y el sol asomándose por el horizonte. Solo con un milagro podía salir viva e ilesa, veía llegar su temprano final con las palabras de advertencia de su madre resonando en sus oídos. Quiso sentirse adulta y salir sola mas lo único que había conseguido con su actitud había sido catastrófico.
De pronto, la joven loba que tenía encima se levantó de un salto dejándola libre. Su primera reacción fue intentar correr hacia su casa mas la loba la detuvo, agarrándola con fuerza por el brazo.
-Es tarde vampirita, no llegarás a tu agujero a tiempo, te atrapará el sol
Iba a replicarle, a suplicarle que la soltara mas se dio cuenta de que ella tenía razón. Por muy veloz que corriese no llegaría a tiempo a su hogar, moriría de inmediato en cuanto los rayos la alcanzasen.
La loba la agarró por la cintura mientras ella, estática, solo veía su inmediato final y no se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor hasta que se vio sobre la espalda de aquella muchacha que minutos antes había intentado matarla.
-Agárrate, y sobre todo no te vuelvas loca, esto va a ser algo movidito
No entendió a lo que se refería la rubia hasta que sintió bajo sus manos el pelaje oscuro del lobo, cuando la muchacha se transformó con ella a sus espaldas.
El pánico la mantuvo paralizada y no pudo hacer más que agarrarse fuerte para no caer cuando la loba de un salto emprendió una carrera contrarreloj por el bosque, huyendo del amanecer, huyendo de los rayos del sol que cada vez cubrían más territorio. Si los ancianos de su pueblo pudieran verla ahora se volverían locos de histeria, una vampiresa a lomos de un lobo que le estaba salvando la vida.
Clarke corría como lo había hecho en su vida, con el sol cada vez más cerca. Movida por su atrofiado instinto que la impulsaba a salvar a la hija de Nia Woods y no entendía por qué. Con lo fácil que habría sido dejarla sola en el bosque para que aceptara su destino. En lugar de eso la tenía sobre su lomo, agarrada y apestando a miedo, ayudándola a eludir una muerte segura.
No tenía ni idea de a donde corría, solo huía de la luz del sol, sin destino fijo, con todos sus sentidos puestos en buscar un escondite donde la muchacha pudiera pasar las horas de luz a salvo. Sus zancadas la guiaron directamente a su cueva, su madriguera y sin pensarlo se introdujo velozmente en su pequeña morada, tirando sin quererlo a Lexa al suelo por la velocidad en la que frenó.
Una vez dentro, retomó su forma humana y, sacando fuerza de no sabía dónde dada la carrera que acababa de protagonizar, tapó la entrada de su cueva con una roca, impidiendo que se filtrara la luz y salvando la vida de Lexa.
Durante varios minutos, lo único que pudo escucharse en la oscuridad fueron sus agitadas respiraciones y el corazón de la loba que parecía que se iba a salir de su pecho. Lexa no se había levantado del suelo, intentando entender, analizando todo lo que había acontecido desde que esa loba se cruzó en su camino.
Todo lo que sabía de los lobos era que su sed de sangre no tenía fin, que eran bestias inhumanas, que mataban por placer y que debía odiarlos, pero esa muchacha le había salvado la vida. No entendía por qué un ser que solo vivía para matar había tenido compasión de ella y la había ayudado de esa manera.
Acostumbrada a la oscuridad, pudo ver como la loba se movía en su dirección, como suavemente la levantaba del suelo y, cogiéndola de la mano, la guiaba al interior de ese pequeño refugio donde, pacientemente, consiguió encender fuego, todo en el más pulcro silencio.
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Hijos de la luna
ФанфикAdaptación Clexa de un fic Swanqueen también escrito por mi AU. Una antigua profecía marca el fin del odio ancestral entre vampiros y licántropos con la llegada del amor verdadero entre dos miembros de sus respectivas razas. Los vampiros luchan por...