Istvan (One Shots)

¿Qué me estas haciendo? 2

— Bill... — Temo por si reacción.

— Solo... déjalo estar ¿Si? — Me sorprende la tranquilidad de su voz pero en cuanto recuerdo por qué está aquí lo comprendo.

— Bill sabes que yo te quiero y me sorprende aún pensarlo pero no voy a perdonarte lo que me has hecho — Digo después de un rato — La verdad no sé ni por qué te estoy dando explicaciones sobre Clay -

— Mila por favor... no hagas esto — Su voz suena suplicante pero no me importa.

— No Bill, estoy cansada de esto. ¿Te parece bien decirme un día que me amas y al otro día desapareces y pretendes volver como si no hubiera pasado nada? — Y pensar que hace dos minutos estaba es sus brazos pero no pude evitarlo.

Da un paso hacia mi pero yo retrocedo. No caeré de nuevo en su juego y me viene valiendo su temperamento estoy harta de que lo controle todo siempre.

— Mila... es que ¿no lo entiendes? He venido a buscarte a pedirte perdón y ¡te encuentro con ese estupido! — Levanta la voz pero se está controlando.

— ¡No lo llames así! Clay es un buen tipo. No puedo creer que vengas como si nada a pedirme <<perdón>> — Le grito de igual manera. — Véte Bill —

— No me voy a ir hasta que hablemos —Luce nervioso algo poco usual en el.

— No tengo que hablar nada contigo... —Sus ojos lucen cristalizados.

— Solo escúchame... por favor... —

— Que no Bill... entiéndelo... no lo hagas difícil —

— Mila yo... te necesito más de lo que piensas y sé que no te importa pero lo que siento por ti es verdad — Me da tanta tristeza escuchar sus palabras de esta forma pero en estas alturas ya no siento nada más que los restos del dolor que dejo en mi.

— Lo siento Bill... yo la verdad sentía algo por ti pero tenías que arruinarlo — Una gota tibia empieza a brotar de mi ojo y resbala por mi mejilla.

— Por favor... no llores. Por lo que más quieras... no llores princesa no me gusta verte así — Sus palabras hacen el hueco en mi pecho aún más grande.

Rápidamente llevo mi mano a mi mejilla y limpio las lágrimas que empiezan a brotar.
— No te mereces mis lagrimas Bill... no mereces nada de mi. Pensé que realmente te importaba y que habías cambiado... que te habías enamorado pero veo que solo fui un estupido juego para ti —

— Por el amor de Dios no digas eso, no lo repitas. Para mi eres lo mejor que me a pasado y lo único bueno qué hay mi vida Mila. Prometiste no dejarme nunca —

— Tu prometiste no hacerme daño — Sus ojos esmeralda recorren mi rostro y es ahí cuando Bill Skarsgård se desmorona ante mi y una lagrima resbala por su mejilla. — Y aunque te perdonara no sería lo mismo ni hubiera acabado bien —

— Todo iba estupendo era demasiado bueno para ser verdad —

— Lo se... Adiós Bill —

— Adiós Mila —

Sin mas pensé que se quedaría pero lo ultimo que recuerdo fue la figura de Bill salir por la puerta para jamás regresar.