Si alguien rebuscara en mi cabeza, te juro que solo vería fotografías tuyas.
Recuerdos, miradas perdidas, sonrisas grabadas, besos que matan.No te echo de menos, te tengo en los pensamientos y si me apetece estar contigo solo necesito desconectar. Odio cuando me mandas un mensaje, llámame... No quiero olvidar tu voz.
Realmente me haces daño, dueles como miles de cuchillas en la cabeza. Eres mi mayor sueño y mi peor pesadilla, siento que te me escapas, que huyes de mi, que me odias. ¿Es eso cierto?
Quiero que pares, que pares de desilunarte, de esconderte, de criticarte a ti misma, de hacerte sufrir.Joder, para.
Que es demasiado cliché decir que eres perfecta y no quiero decirlo aún que sea cierto. Para porque me matas con tus estupideces, que como cambies una pizca de tu personalidad por alguien pienso matarte. Pero matarte a abrazos, muerte por cariño inminente.
Sería así: “adolescente muere por la multitud de abrazos de su pareja”.
Y al día siguiente: “adolescente con cáncer se suicida con una nota: ella.”
Ese universo paralelo que espero no tocar nunca. Porque me apetece sentirte, hoy y ahora. Despertarme mañana e ir al instituto, a la salida encontrarte ahí esperándome y al fin poder darte ese abrazo que tanto anelo. Qué tanto miedo me da darte, porque temo que me notes raro.
Este secreto me está matando, y necesito de tu aire para recomponerme pequeña.