Debo irme.
Pero no hay de qué preocuparse.
Me iré feliz y completo.
He vivido lo que tenía que vivir.
Ahora seré Peter pan.
Cómo él hacia, estaré ahí... Escuchando tus cuentos y viendo tus tonterías. Me reiré contigo y cantaré a la par.
Te sonreiré en la sombra y cuando intentes buscarme me esconderé en el marco de las ventana.
No pretendo insinuar que seré un acosador.
O igual si.
Tendré libertad de ir a visitarse cuando me venga en gana y visualizaré cada una de tus perfecta imperfecciones que, con el tiempo, desaparecerán.
Y llegará un día...
En el que todo se arreglará.
Tu y yo juntos de nuevo.
Yo no he crecido, pues estoy en nunca jamás.
Pero tu ya eres una mujer hecha y derecha. Con ideologías distintas a las de un adolescente de 16 años que se ha pasado toda una vida y una muerte pensando en que tu mirada se cruce con la mía.
01-01-2018
4:57 p.m.
