Marchita

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~las rosas rojas significan amor y respeto. Ninguna flor ha sabido tocar tan profundamente tantos corazones~

Esa fue lo que la dueña de la floreria le dijo a Lucas, mientras le entregaba un ramo de esas hermosas plantas carmesí y entre tan seductor ramo le entregó también una Margarita de regalo por ser un cliente frecuente siempre se llevaba lo mismo y le compraba ese símbolo de amistad a la misma persona que le va a regalar tan bellas rosas.
El con gusto las aceptó y antes de salir por completo de ese lugar le regalo una sonrisa a la señora y esta le deseó mucha suerte, era una señora encantadora.

Lucas con emoción y algo de nervios emprendió viaje hasta la casa de Victoria, no sabia que le diría para que ella lo dejara pasar ya que había sido muy duro con ella pero entendió que la adoraba y quería tener al menos la oportunidad de arreglar todo y volver a lo de antes, o quizás algo más...

Después de pasar por todo el centro del pueblo llegó a la casa de la morena con un nudo en su estómago pensaba si esto seria buena idea o no. Luego recordó el consejo que su madre le dio para cualquier circunstancia de su vida.

Si hacer algo cariño, no te arrepientas ni antes ni después, por que pase lo que pase aprenderás algo de ello.

Eso le dio mucho aliento a donde fuera y en ese momento logro darle el empujón que deseaba para salir del auto y dirigirse a la puerta, respiró profundamente hasta que toco la puerta.
Después de tocar tres veces escuchó pasos acercarse a la puerta.

Espero ansioso peinando mi cabellos con mis dedos repetidamente, y cuando la puerta se abre mi mirada chocan con un par de ojos cafés pero estos son pequeños y con unas ligeras arrugas en ellos de inmediato Alejandría me sonríe y me hace un gesto para que pase, yo asiento con una sonrisa y paso, cerrando la puerta a mis espaldas.

-¿Cómo estas pequeño perropatito?- me dice la mamá de Victoria

-Bien ¿Y tú tía?- le respondo nosotros entramos en confianza a varios meses de conocernos.

-¿Vas a ver a mi niña? O esos detalles son para tu bellísima tía?- como la amo jaja

-Vengó a ver a tu "pequeña"- hago énfasis en esa palabra que suena tan lejana ahora

-Ho por supuesto mi amor, pasa, esta arriba.

Asentí y subí las escaleras llegando a su habitación, percatandome que hablaba por teléfono con alguien así que decido asomarme a la puerta y  escuchar con quien rayos está hablando!!.....tranquilo Lucas...tranquilo.

-No, claro que lo se pero es muy difícil entenderlo, tu sabes que me gusta mucho pero esto me destroza

De inmediato mi corazón se detiene, quiero saber de quien habla pero del otro lado solo hay silencio.

-¿Que haces?- pregunta de repente abriendo la puerta y mi cuerpo cae al piso

-Yo...yoyoyo....emmm- no se que decir y de ponto recuerdo a que vine -Feliz cumpleaños muñeca- sonrió aun en el suelo extendiéndole las rosas pero ella no se mueve, solo esta ahí viéndome fijamente.

Ella suspira y me mira decepcionada luego observa su celular- Oye Nicky te llamo luego- luego vuelve a su habitación deja su celular a la mesita de noche y vuelve a mi.

-Vamos idiota levantate, te ves ridículo- dice ayudando a levantarme

-Lo siento, no quise molestarte.

-¿Ah que has venido Lucas?- Ese comentario me duele ya que siempre solía venir y ella saltaba a mis brazos cuando me veía

-Vine a saludarte por tu cumpleaños y vine a disculparme, realmente fui un verdadero tontupido y quiero  me perdones-

Ella me mira desconfiada unos segundos hasta que levanta su mirada a mis ojos y logré distinguir ese brillo que creí extinto por mi culpa, pronto mi estomago se estruja al ver una sonrisa cálida de su parte, luego me guía hasta su habitación, toma las rosas de mis brazos y me abraza fuertemente; vi en un estante a sus espaldas fotos nuestras, regalos que le di, cartas que le escribí cuando ella rompió su celular por "accidente" cuando se le "cayó" al río el día que vio a su padre con su otra familia riendo.
Luego de separarnos ella me mira con sus ojos tan bellos empapados y logro divisar una lágrima caer por su mejilla. Ho dios no...

No puedo evitarlo debo hacerlo

Delicadamente sostengo su rostro entre mis manos y con la yema de mis pulgares seco las lágrimas de sus ojos mientras nos miramos fijamente, le sonrió levemente y me acerco hasta su rostro hasta que rozamos nuestras narices y cuando estoy muy cerca ella me observa y sus ojos me atrapan.

-lo siento, ¿Puedo?-  digo muy cerca aun viéndola ella solo asiente y cierra de apoco sus ojos entonces miro sus rosados labios, me acerco y suavemente uno mis labios con los suyos. No fue algo que duró demasiado y tampoco fue un beso apasionado, fue algo dulce y para nuestro primer beso fue especial y sentí mi estómago liberarse y pude sentir como sus brazos rodeaban mi cintura.

ESTO ESTÁ PASANDO! NO LO CREO!

Mmm, Si, No Se, Tal VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora