Capítulo 10

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Es sábado por la mañana, por fin un día en el que me puedo levantar un poco más tarde, esta semana había estado recargada de trabajo, cada año la empresa organiza un evento especial, es una fiesta, donde se reúnen, clientes, socios, empleados, esto nos comenta Montse, es con la finalidad que nos conozcamos y convivamos entre todos como una gran familia. También esta Jonathan, que aunque me gusta, y me gusto el beso del otro día, no soporto que se haga el irresistible.
Estaba por incorporarme de la cama pues mi estómago ya me pedía alimentos, debe ser que para eso también soy puntual, en eso suena mi teléfono.
Ring-ring
Veo en la pantalla –Veterinaria Gabriel -, a lo que se me hace extraño, casi nunca me llama del teléfono de ahí, generalmente me llama desde su móvil personal.
-¿Que pasa Gabriel?, ¿que no sabes que es inhumano llamar a estas horas?
-No soy Gabriel, soy Isabella, mi hermano me pidió que te llamara, dice que es de vida o muerte,  lo que pasa que con la ampliación de la veterinaria, aún le falta pintar algunas paredes y me dijo que solo confía en ti y pues quiere aprovechar que hoy no tiene muchas citas agendadas.
-Para él todo es de vida o muerte, estoy empezando a creer que Gabriel solo me usa, pero que otra, dile que voy para allá, aunque le va a salir un poco caro
-No te preocupes Dani, él lo sabe –dice Isa un tanto divertida - aquí te esperamos, además que hace mucho no platico contigo
-Si nena, también tengo ganas de verte, Bye Bye

(…)

-Isa, que te dijo Dani?
-Dijo que venía para acá, aunque te iba a costar un poco caro
-Empiezo a creer que solo quiere sacar provecho de mí, luego luego a sacar beneficio, que no le puede hacer un favorcito a su mejor amigo –dice Gabriel en tono de broma
-Isa se ríe a carcajada suelta- recordando el comentario similar que le hizo Dani minutos antes
-¿De qué te ríes? Que estoy hablando muy en serio – aun bromeando
-No cabe duda que son el uno para el otro, hermanito
-¿De qué hablas?- dice Gabriel un poco confundido por el comentario de Isa, aunque sabe que no concebiría la vida sin Dani.
Lo que si se es que siempre estaremos juntos – le reitera a Isa, solo que en un tono serio.

(…)

-Ya llegue - digo casi gritando

No hay nadie en recepción, hoy descansa la asistente de Gabriel, así que generalmente Isa viene los fines de semana a ayudarle, además que le encantan también los animales, dice que será veterinaria como su hermano mayor.

-Estamos en el consultorio - se escucha a lo lejos
-Te advierto que esto te costara caro, me tienes que invitar a desayunar, además que tendrás que hacer otra cosa por mi ehhh - dice Dani en cuanto llega a la puerta del consultorio
-Ya sabes que por ti hago lo que me pidas, bueno menos arreglar desperfectos, sabes que eso no se me da, para todo lo demás soy buenísimo, se levanta y me abraza muy efusivo
- Entonces no te costara mucho hacerme el favor que te pediré, pero te lo digo después con más calma, ahorita muero de hambre, voy a llamar a pedir algo para desayunar, ¿que se te antoja Isa?
-Yo quiero unos hot…
Gabriel la interrumpe y dice -Y si mejor vamos a “Cielito Lindo”, y aprovechamos…
-¿Aprovechar qué? Interviene Isa
-Se refiere a que hace mucho no hace ejercicio y así caminaríamos – digo pues no sé si Isa ya esté enterada que Gabriel y Ana ya son novios.
Vamos caminando a la cafetería, está muy cerca de la veterinaria, por lo que imagino que por eso Ana trajo a su perro con mi Tuti,  lo más probable es que este en la cafetería en este momento, sino Gabriel no hubiera dicho que viniéramos, el día que me la presento no dijo ni una palabra, no entiendo en verdad que tenga en común con Gabriel.
Entramos y nos sentamos en una mesa cerca de la ventana, como la vez que vine con Jonathan, no es que siempre este en mi mente, solo no pude evitar recordarlo al entrar aquí.

-Esta es la mesa donde te sentaste el otro día con “tu compañero de trabajo”, ¿Jonathan, verdad, me dijiste que se llama?- dice Gabriel un poco serio
-No, no es esta, es aquella - señalando la siguiente mesa, pero que tiene que ver, sabes que me gusta sentir los rayos del sol y ¿por qué recordar a Jonathan en este momento? Además tú fuiste el que dijo que viniéramos aquí - digo aún más seria que Gabriel
Anda ve con Ana, tu novia, de seguro anda por aquí, y sé que mueres por verla,  mientras Isa y yo ordenamos.
Apenas iba a responder Gabriel y lo interrumpo - A no, perdón, “el amor de tu vida” - le digo en tono de burla.
Isa solo nos veía, desconcertada, pero ahora ya sabía todo respecto a Ana, y no porque alguno de los dos le haya dicho, sino porque ella es demasiado perceptiva.
Al darse cuenta de eso Gabriel, le pidió a Isa que no dijera nada en su casa, pues él quería dar la noticia.

-Ay hermanito, ya sabes que soy muy comunicativa, pero tratándose de ti, guardare el secreto, haciendo un ademán en su boca como cerrando un cierre - sabes que eres mi hermano favorito
En eso Ana salió de su oficina, que se encontraba subiendo una pequeña escalera, al verla Gabriel se le ilumino la cara y fue directo a saludarla; Isa y yo nos quedamos con la boca abierta, nunca lo habíamos visto comportarse así con alguna otra novia.

-Es ella, ¿verdad? me dijo
-Sí, Isa, ella es la nueva víctima de tu hermano, pero pidamos de desayunar, me muero de hambre - tratando de aparentar que no me  afecto verla
-Igual yo, cuando Gabriel trabaja se le olvida de todo hasta de comer.

Mientras Isa y yo desayunábamos, vi que  Gabriel se fue con Ana a su oficina, hasta el hambre se me quito.

(…)

Ahora que estamos solos ya te puedo saludar como se debe, le dice Ana a Gabriel y lo besa tomándolo por sorpresa pero eso no le impide besarla también.
Cuando por fin se separan Gabriel la invita a salir el siguiente sábado…

-Sí, ¿por qué no? – le dice Ana un tanto indiferente - Gabriel es guapo aunque no tiene el dinero que está acostumbrada a que tengan sus pretendientes –para pasar el rato y divertirme mientras tanto, está bien.

Si bien Gabriel no es millonario, como los pretendientes y novios que está acostumbrada Ana, mantiene cierta posición donde vive cómodamente y sin limitaciones, aunque sin lujos excesivos.

-¿Te parece el sábado? - Aún dubitativo
-No, mejor el viernes, el sábado es día de chicas - dice divertida.
-¿Me puedes dar tu dirección para pasar por ti?
-Mejor vienes aquí, es más fácil, ¿no? – Ana era muy desconfiada y no quería darle aun su dirección a Gabriel
-Ahora me voy vine con Isa, mi hermanita y con Dani, ¿no quieres ir a saludar?
-Mejor otro día, ahorita tengo algunos pendientes, solo baje porque te vi por la ventana
-Estaré aquí el viernes, 8:30 - puntualizo y dándole un beso en la mano - salió de la oficina.
La verdad que Ana tampoco me soporta, es por eso que no me dirigió la palabra el día que me la presento Gabriel como su novia, lo cierto es que ella me considera una rival mayor que si fuera alguna mujer interesada sentimentalmente en Gabriel, ya que no contamos con las mismas armas.

Obstáculos contra el amor (Daniela Córcega y Gabriel Mussi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora