Moments After EVAK [Pausada]

7.- 21:21

FREDAG 21:21 p.m. (28/10/16): Piso compartido de Isak.

Me encotraba solo con Even en el sofá de la sala de estar ya que Sonja y Emma habían ido al baño.

Un silencio incomodo se produjo entre nosotros.

Así que lo primero que se me vino a la cabeza lo dije.

- Escuché que mucha gente va a ir a la fiesta.

- ¿Qué hora es? - dijo Even sin dejar que terminara mi frase.

- ¿Hm? - dije, ya que no lo logré escuchar.

- ¿Qué hora es? - repitio.

- 21:21.

- ¿En serio? -me preguntó mientras elevaba ambas cejas.

- Sí, ¿Por qué?

- Nos vamos. - dijo él mientras tomaba un trago de cerveza y se levantaba.

- ¿A dónde...? - pregunté, sin saber bien de qué hablaba, ya que faltaba bastante para la fiesta.

- A cualquier lado. - dijo mientras se dirigia hacia la puerta.

No lo pensé dos veces y lo seguí.

Cojimos su bicicleta, y yo sin decir una palabra, sólo me senté en ella y me dejé guiar por Even.

Él no había dicho nada, ni a donde ibamos.

Estábamos por la noche en Oslo dos jóvenes en bicicleta vestidos de Dios y Júlio César y riendo juntamente de esta situación.

En realidad me lo estaba pasando genial. Estar con Even hacía sentirme cómodo, como si las horas pasaran como minutos.

Por ese motivo, no sé cuánto tiempo pasó hasta que Even se detuvo delante de una casa.

Con cara de no saber nada, le miré.

- Tengo ganas de nadar. ¿Tú no? - dijo mientras se bajaba de la bicicleta y se dirigía hacia la casa de delante.

- ¿Nadar?

-¡Sí! - dijo mientras se giraba para mirarme, sonriente.

Si no fuera por esa barba falsa que llevaba puesto, seguro hubiera muerto con su sonrisa.

Me dediqué a seguirle.

- ¿Quién vive aquí? - dije extrañado porque estaba abriendo una mini-puerta que llevaba a una piscina interior.

- Mi tía. - dijo mientras intentaba abrir.

- ¿Y ella está de acuerdo que estemos aquí?

- Por supuesto, no es un problema.

- ¿Dónde esta tú tía? - pregunté, sin creerme nada de lo que estaba diciendo.

- De vacaciones. - dijo inmediatamente.

- ¿Por qué no tienes las llaves?

- Porque ella está de vacaciones.

- Esa es tu respuesta a todo.

- ¡Relájate! No te preocupes.

Finalmente consigió abrir la pequeña puerta y se metió dentro mientras decía:

-¿Vienes?

Lo seguí y entré en la piscina después de él.
Nos quedamos los dos quietos con un silencio incómodo en medio.
No sabía qué decir. Definitivamente me encontraba en una situación bastante extraña; solo con Even, en una piscina cubierta de, según él, su tía en la noche.