Cap. 3

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Cap.3

Lo que ninguno de ellos sospechaba, ni siquiera Madison; era que todo lo ocurrido esa mañana en la cloaca, lo había visto y escuchado nada menos que Spencer Scott, principal socio de la firma y dueño del edificio donde estas funcionaban.

Spencer había llegado a su oficina luego de hablar con su amigo Matt, y de darle la dirección para que aquel fuera solo a casa de Madison; fue temprano para estar pendiente de la llegada de la joven, permaneció dentro de su Mercedes negro a la espera y cuando la vio, los recuerdos de la noche anterior le produjeron una reacción inmediata en su cuerpo; estaba hermosa, llevaba el abrigo en la mano, no puesto como siempre acostumbraba; el vestido se le veía estupendo y su cabello suelto la hacía lucir mucho más decidida y hermosa; no fue mucho lo que pudo disfrutar de la visión, corrió al ascensor privado y fue directamente a su oficina, lo pudo usar el solo, dado que algunos socios no llegaban tan temprano.

Una vez en su despacho, encendió su laptop y después activo la vigilancia instalada en la cloaca, de inmediato pudo escuchar a otras mujeres hablándole a Madison de manera despectiva; el asunto empezó a revelarse rápidamente; luego llegaron los jefes y todo se hizo más claro; Madison estaba siendo acosada por esos miserables, quien sabe por cuánto tiempo; una ira destructiva se apoderó de él, que se forzó a controlar con mucho esfuerzo; necesitaba saber más, pero sin poner en peligro a la chica. Debía actuar rápido; en eso escuchó que otro de los tipos uno de los que Stuart acababa de informar sobre la virginidad perdida de la chica, citaba a su secretaria en su propio despacho; se arrepintió de inmediato de no haber puesto más micros y cámaras en las otras oficinas.

Tomó la decisión sin pensarlo más; llamó a su propia secretaria, y le pidió citar en su despacho de inmediato al jefe de personal; minutos más tarde Trevor Batkins se hacía presente en el despacho

- necesito sobre mi escritorio el currículum completo de la señorita Madison Arms

- ¿Madison Arms? – preguntó aquel sin saber de quien se trataba

- es la secretaria de John Stuart, jefe de archivo

- ¡oh, oh, lo siento señor Scott! Lo tendrá en un momento, si me permite hacer una llamada

- adelante – el hombre tomó el teléfono y llamó a su propio despacho en la planta baja, dio indicaciones a su secretaria y cortó, esperando que aquella no se tardara

- ¿ocurre algo señor Scott?

- aun no lo sé, espero que no; pero al parecer esa joven es un excelente elemento para tenerla en el archivo – dijo volviéndose hacia él

- no sabría decirle señor, se han contratado en su tiempo para los puestos solicitados según las vacantes que se han presentado

- lo sé, no te preocupes, no es tu obligación hacer ascensos, pero dime ¿se ha presentado alguna solicitud de ascenso de esas secretarias de archivo? ¿O tal vez un requerimiento de parte de otro departamento?

- no señor, al menos no de manera oficial; lo que si se ha presentado es una disconformidad en el área de contabilidad; la asistente de uno de los contables, ha incurrido en varios errores y el señor Bill Casares ha pedido que sea removida de su cargo; al parecer la mujer no está debidamente preparada para ese tipo de trabajo

- espera que revise el asunto de la señorita Arms y entonces te ayudaré con eso otro – en eso sonó el teléfono y Spencer no se movió de su lugar, entonces el otro hombre atendió

- hágala pasar – dijo al oír que era su secretaria

- aquí está señor Batkins – le entregó un expediente no tan chico, que Spencer se acercó y tomó, fue a su silla y se sentó a revisarlo mientras la secretaria de Batkins se retiraba – lo que me temía, es tal como se lo comenté, la señorita Madison tiene un excelente currículum, le faltó muy poco para ser una contable y tiene otros cursos financieros; quiero que se lleve a la asistente de Casares a archivo y ponga a la señorita Madison en su lugar – el hombre fue a retirarse a cumplir con las ordenes, pero Spencer lo pensó mejor – espere, no quiero que se crucen, vaya primero a la cloaca y saque a la señorita Arms, déjela en su oficina a la espera y luego lleve a la otra mujer a su nuevo lugar; explíquele a Stuart que se hizo una revisión de capacidades y en lugar de contratar a alguien más, ha decidido hacer algunos cambios, si se pone difícil, dígale que los de arriba ya estamos enterados; eso es todo, puede retirarse

MI PERFECTO EXTRAÑODonde viven las historias. Descúbrelo ahora