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-¡¿Mamá?!-pregunté.
-Si, tal vez...
-¡cállate!-grité.-eso no...
-debe gustar de ella.
Me incorporé.- ¿tú crees?
-solo miralo, como la mira, ¡es muy obvio!-contestó.
-debemos decirle a papá, no es bueno que ese hombre venga a la casa seguido, y menos cuando mamá está sola.
-Tienes razón, no sabemos que intenciones tenga. Las dos debemos hablar con él.
- voy a bajar, espero que ya se haya ido.-dije.-termina tu tarea.
-¡no me digas que hacer!-bufó.
-¡ah!, ¡muy bien!. Entonces le contaré a papá del chico pelirrojo de tu salón.
-¿y?,¿eso qué?- preguntó nerviosa.
-¿qué?,¿acaso no es el qué te gusta?.
-¡no!.-rió,-eso no es verdad.
-¿segura?- pregunté con una sonrisa maliciosa.
-¡bueno ya!, ¡no te metas en mis asuntos!-gritó.

Desde la ventana de al ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora