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Corrí y abrazé a mamá con todas mis fuerzas.
-Pensé que algo malo les había sucedido.-dije.
-estamos bien, sabía que te ibas asustar al ver tantan patrullas y por las sirenas.-contestó,
-Y...¿cómo descubrierón el cuerpo?.-pregunté.
-Bueno...después de que fuí a dejar a Sarah a la escuela, regresé a la casa y decidí que era bueno hacer algo creativo. Así que saqué los moldes para galletas. Las hice de avena, me quedarón muy ricas. Entonces, pensé  que sería buena idea regalar la mitad a la señora Jones, ella ama las galletas, o bueno le gustaban mucho. Fuí a su casa, pero...la puerta estaba abierta, ella nunca dejaba la puerta abierta. Entré sin hacer ruido, "tal vez sea un ladrón"-pensé. Caminé hasta la cocina y...ahí estaba, tirada rodeada de sangre. Sus ojos estaban abiertos y...tenía heridas en todo el cuerpo, intentó defenderse, supongo.- dijo mamá. Sus ojos estaban rojos e hinchados. Su voz sonaba quebrada.
-Dios mio...-fue lo único que pudé decir.
- no puedo creer que alguien la mató, ella era tan...no lo merecía.-dijo mamá. Las lágrimas comenzarón a fluir por sus ojo.
Papá la abrazó.
-Ahora ella está en paz. La policia se encargará de hacerle justicia. Cariño, necesitas descansar.-dijo
Los dos entrarón a la casa.
-Es una lastima que jamás pudieron tener hijos.- dijo Sarah.
-Si. Mamá tiene razón. La señora Jones nunca tuvo problemas con nadie.-dije.
-mamá dijo que tenía tiempo sin verla, como si hubiera salido de vacaciones.-comentó.
-Tal vez estaba con otra persona.
-¿Otra persona?. Quierea decir que la señora Jones tenía...
-Un amante.-respondí.

Desde la ventana de al ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora