3

12 1 0
                                    

Jamás lo esperas que alguien que conozcas muera de una manera tan horrible.
El lunes comenzó normal. Mamá esta vez ganó el baño. Los tres tuvimos que tardarnos menos de cinco minutos en asearnos, mamá tardó casi media hora ahí adentro. Salimos tarde de la casa pero no notamos nada raro en el vecindario.
En la preparatoria Belmont todo fluía normal. Entré a mí salón de clases y ahí estaban Anna, Sam y Jason.
-¡hey!. Llegas tarde.-gritó Jason.
- eso ya lo sé torpe.-contesté.
Rápidamente tomé asiento, intententando que el profesor Frank no me viera.
-¿dónde estabas?- susurró Anna.
- mamá ganó el baño.-dije.
-Ah, eso lo explica todo.- sonrió.
Me agaché para sacar mí cuaderno de matemáticas. Entonces, una bolita de papel me golpeó la cabeza.
-Sam.-pensé.
Giré mí cabeza hacia atrás.
-¿Por qué llegasté tarde?-susurró. Sam se sienta dos butacas atrás de mí.
-Después te digo.- dije.
Regresé mí cabeza hacia el frente.
__________________________________
Las horas pasaron y otro día en la escuela terminó.
Los cuatro caminamos hasta el vecindario, se puede decir que somos vecinos.
-Prometeme que mañana ganarás el baño, no hice la tarea y te estaba esperando para que me la pasaras.-dijo Sam.
-Pensé que ya eras más responsable.-respondí.
-Bueno, hice la mitad.- sonrió.
-Ya es algo.-dijo Anna.
Estabamos por llegar a la calle donde vivo, solo faltaba una cuadra.
-Ese viejo Frank me odia.-bufó Jason.
-¿por qué lo dices?-pregunté.
-¿tal vez porque te duermes en todas sus clases?-propusó Anna.
-Mmm. Podría ser. Me reprobó el examen. Sí sigo así voy a repobrar la materia.-contestó.
Pasamos la calle.
-algo malo paso. Se escuchan sirenas.-interrumpió Sam.
-No me importaría que una me llevará al fondo del mar.-sonrió Jason.
-no seas tonto. Se refiere sirenas de policias.-dije.
-Será mejor que veamos que pasa.-sugirió Anna.
Corrimos suguiendo el sonido de las sirenas. Al parecer venía de la calle donde vivo.
-Jane, no quiero asustarte pero... parace que sucedió algo en tú casa.- dijo Anna exhausta.

Desde la ventana de al ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora