🌈Capítulo 9🌩

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Nota: ¡Hola a todos! Soy yo con un nuevo cap. Para ustedes, los amo a todos y todas y cosas.
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👇capítulo 9👇

Son las 9:00 pm y desde que llegue a la casa no he vuelto a ver a mis padres.
Estoy en una habitación en la segunda planta de esta casa, supongo que está será "mi habitación" desde ahora y si se preguntan ¿Porqué sigo aquí? Les diré que aquí estan mis padres y que no tengo a donde ir, además encontré a mi âme soeur, aquí es donde debo estar y la habitación es ¡super linda! es como si hubiera sido hecha para mi.

Me levante y fui al baño a ducharme; luego de salir y ver toda esa ropa horrible que esta en el closet, decidí buscar en mi maleta.
Es cierto que empaque más objetos y cosas necesarias para mí, pero no traje mucha ropa, entonces solo me queda escoger unos shorts negros algo cortos y una de las grandes sudaderas de Max que siempre llevo conmigo, también unas medias de corazones en blanco y negro, unas pantuflas de panda y luego salí. Si voy a quedarme tengo que ir adaptandome a la casa.

Mi misión era fácil: comerme las fresas de Ellis, si preguntan como se que son de Ellis, el envase de plástico dice su nombre (me di cuenta cuando estaba haciendo los tacos vegetarianos con Rubí)  y buscar a mis padres. Me dirijo escaleras abajo a la cocina y busco en la nevera las pequeñas frutitas rojas y me las llevo. Es tarde y ya esta oscuro así no se darán cuenta y tampoco creo que importe mucho que salga de la casa,
camino a la cárcel algunas personas me miraban y yo solo les sonreía animada y seguía caminando.
—Quiero pasar —  dije al mastodonte que se interponía en mi camino.
—No es permitido.
—Mis padres están allí y quiero verlos — dije al borde de las lágrimas y mi plan tuvo éxito ya que se conmovió.
—Solo unos cuantos minutos ¿okay?—respondí asintiendo, ¡ay que bueno es ese mastodonte! Luego le preguntaré su nombre.

Solo entré y seguí el olor tan familiar que desprendía mi padre, al llegar a su celda pude verlos, mi padre estaba sentado y mi madre estaba acostada, entre a la habitación.
—¡Mi Petite!
—¡Papa! — me lancé a sus brazos.
—¿Hadley? — dijo mi madre algo soñolienta y pálida.
—¡Mamá! Quita ya esa cara — le dije abrazándola y efectivamente ella había cambiado.
—Amor debes dormir ya es tarde — dijo papá, algo preocupado.
—Deja ya de sobre protegerme hombre no vez que mi pequeña esta aquí y tenia años que no la veía, y si no comía bien y-y s-si le hicieron daño...
—Calma madre, estoy más dura que una piedra —dije tratando de calmar su llanto.
—Si debes calmarte eso no le hará bien al bebé.
—¿B-bebe?... ¡Bebe! ¡Oh por Dios! ¡BEBE!
—¿Que haces aquí? — su profunda voz interrumpió mi felicidad.
—¿Tú que crees? Duende gruñón
—¡Hadley! — me reprendió mi madre.
—Vámonos. ordenó
—No— me negué y comí una de las dos ultimas fresas que quedaban y entonces él notó eso.
—Oye Daniel es hora de que la duermas —cuando me respondió eso yo comencé a fruncir el ceño, pero para cuando me percate de lo que quería decir ya tenia una aguja invadiendo mi cuello.
¡Rayos NO!

¡Rayos NO!

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Como el yin yangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora