Miles de categorías selladas por fantasmas de miedo, tarareando canciones de viejos forasteros, hacen de tus ramas suaves el mejor de los puertos para mis besos.
Cascada de sensaciones a causa de un temblor inestable, late en lo profundo y medio de mi envase, que ruega primaveras cercanas a tu fuente de palabras y procuran no perder tiempo para volver a rozarte.
Tamaña soledad causa la ausencia de tu mirar, que hasta el mas codicioso no reniega de sus riquezas si éstas mismas le brindan al azar, un tumulto de pestañeos tuyos ¿Qué esclavitud se resiste?
Cuanto desarme almístico esparcís, y al deleitarte es imposible no sentirme minúscula para expresar tanto palabrerío barato que no te refleja, ni por un instante ínfimo, la verdadera belleza y razón, del porqué no hay mortal insulso que no tiemble y sucumba por un beso tuyo en cada anual estación.