»Decisiones estúpidas |Riren|

Repetición

>Eren Jaeger.

El dolor en mi corazón era casi demasiado para soportar. Sentí como si una bala acabara de atravésarlo o alguien acabará de apuñalarme una y otra vez... dolía mucho.

Le extraño. Extraño los momentos en que yo y él simplemente pasábamos el rato, o me acostaba en el sofá con él acurrucándome cerca de su pecho y él hundía su nariz en mi nido de cabellos. Extraño los momentos en que salía de la nada y me besaba y me decía que me amaba. Diciéndome que lo cambié de todas las maneras, que era su todo. Era vulnerable porque nunca había tenido a alguien como él que me aceptara y me apreciara como él lo había hecho. Nunca he tenido a alguien que me muestre amor como lo hizo él, tan dulce e inconsciente como soy, creí cada palabra que el hombre dijo. Pensé que él sería diferente, que no reflejaría todas las cosas que todos los demás me hicieron... No podría haber sido más estúpido y  estar más equivocado.

Empezamos bien, perfecto en realidad. Nos mudamos juntos después de tres meses de relación. Luego de mudarnos juntos, se hizo más y más afectuoso conmigo. él me compraba flores sin ningún motivo, alegando que necesitaba demostrar que "me amaba". llegaba a casa del trabajo con buen humor y de repente me decía que me vistiera porque iríamos a cenar. Por las mañanas me despertaba llenándome de besos por todos lados a donde alcanzaban sus labios. cada vez que me hacía el amor, nunca me hacía darme la espalda, diciendo que quería verme el rostro. Él siempre decía que me amaba justo después de que terminábamos o me decía que se sentía tan bien a mi alrededor.

Estas cosas también tuvieron caídas. La razón por la que digo esto es porque con él haciendo todo esto por mí, siempre sentí que no estaba haciendo lo suficiente por él y eso me molestó... mucho. Siempre le dije que no valía todo su dinero y afecto, pero siempre se enojaba conmigo y decía que valía todo en el mundo y más. Siempre se molestaba cuando decía cosas malas de mí mismo, siempre iba y daba un paseo. Solo para volver y hacerme el amor por la noche. Él nunca quiso que hablara mal de mí porque esas cosas no eran ciertas. así que, como con todo lo demás, dijo que lo creía.

Después de unos meses de vivir juntos, las cosas comenzaron a ponerse... sospechosas. Se volvió muy distante conmigo. Al principio pensé que era porque estaba estresado con su trabajo, tal vez uno de los casos en los que estaba trabajando le estaba dando problemas. Pero después de que él  casi me golpeó, supe que era algo más. Cuantas más veces he intentado ayudarlo. Pronto todos los regalos y fechas repentinos dejaron de aparecer. El afecto que una vez me mostró ya no estaba en sus ojos tampoco. Traté de permanecer fuera de su camino más a menudo, cociné y limpié según sus gustos y antes de que él llegara a casa ya estaba en la cama durmiendo... Fingiendo dormir. Hice esto porque una vez, cuando llegó a casa, estaba tan violento y enojado. Observándome como si hubiera hecho algo mal para evitar enojarlo más, me propuse estar en la cama antes de que llegara a casa.

Traté de ayudarlo, realmente lo hice, pero cada vez que lo intentaba, él me gritaba y me ordenaba que saliera de su oficina. Entonces, para hacerlo más feliz, haría mis tareas y estaría en la cama cuando él estuviera en casa. Le enviaría un mensaje de texto para avisarle que saldría con mis amigos si me invitaban. Él siempre enviaba un mensaje de texto diciendo que debía hacer mis tareas a la perfección y estar en la cama cuando llegaba a casa... como de costumbre.

La vida siguió así durante unos meses. Poco después de enero, apenas llegaba a casa. Apenas me enviaba un mensaje de texto para decirme que estaba bien. Sabía que no debía meterme en su negocio.

Después de dos meses de apenas hablar o verme, me desperté con un mensaje de voz.

—Eren... no deberías esperar a que regrese porque... no volveré. Ya no funciona para mí... ya no trabajas para mí... no eres suficiente. No volveré así que... esto es un adiós Eren.

Lloré tan fuerte esa mañana.